El sábado 15 de Febrero nos juntamos tres amigos senderistas para realizar una ruta por los montes de Cantabria. Nos habíamos fijado hace tiempo subir a Mediajo Frío y teníamos varias opciones desde donde salir, pero unos día antes había estado haciendo una visita a la Central Hidroeléctrica del Salto del Aguayo, y Gonzalo, un trabajador me recomendó una ruta a este punto que salía desde el pueblo de Casares, así que eso hicimos.
Para ello salimos de Santander con destino al pueblo de Bárcena de Pie de Concha y nada más llegar al pueblo cogimos la carretera de la izquierda en dirección al campo de Fútbol del Torina y al poco de pasarlo cogimos el desvío a la izquierda que lleva a Quevedo. Una vez pasado este pueblo llegamos a Casares y nos metimos a la derecha, hacia un núcleo de viviendas. Allí aparcamos el coche junto a unas casas.
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Ahí preparamos las mochilas, las botas, los bastones, los GPS´s y comenzamos a caminar por el callejo entre los cerrados de los campos, en dirección sur.
Comenzamos a caminar tranquilamente por este callejo y dejamos a nuestra izquierda una pequeña nave que debía ser para el ganado, seguimos caminando y a los diez minutos aproximadamente nos encontramos un desvío a nuestra izquierda, el cual no cogemos, luego otra construcción y un desvío a nuestra derecha que tampoco cogemos. Nosotros seguimos por el sendero de la izquierda. Desde este cruce ya se veía una primera cima, la cual ascenderíamos en el descenso, se trata del Pico Ureño.
A los pocos metros del cruce anterior, unos ocho minutos después nos encontramos una curva a la derecha y atravesamos un paso canadiense.
Continuamos caminando en ligero ascenso y dejamos una casa junto con su cuadra a la derecha y seguimos caminando por la pista principal, obviando varios desvíos que nos encontramos a nuestra izquierda. De repente llegamos a una curva muy marcada a la derecha, y justo, al lado de la pista se encuentra un apoyo de una línea eléctrica de AT de 220 kV que parte de la subestación que se encuentra un poco más arriba.
Nada más dar este giro hacia nuestra derecha nos encontramos, casi de frente, la subestación eléctrica de Aguayo.
Seguimos por la pista y después de hacer un nuevo guro hacia la izquierda, dejamos a nuestra derecha, pero un poco más arriba otra pequeña subestación que se encuentra adosada a la anterior.
Nada más dejar a nuestra derecha esta subestación nos encontramos la primera de las dudas, un gran cruce, el cual después de consultar los planos, decidimos coger el camino de la izquierda, ya que el de la derecha parecía dirigirse hacia la subestación y a la carretera que se dirige hacia el Salto del Aguayo.
Ahora ya cambio el tipo de pista, pasando de ser ancha y transitable fácilmente a una más estrecha y menos transitada, así hasta que llegamos a un cerrado para el ganado, donde ya además, se convirtió en una pista más embarrada y desde la que se podía ver perfectamente Pico Ureño.
Cuando ya llevábamos poco más de media hora caminando, desapareció la pista y encontramos una piedra hincad en la pista en la que se podía ver las típicas marcas de PR, indicando que teníamos que girar hacia un prado a nuestra derecha.
Aquí la pista de convirtió en un sendero pisado y en ciertas partes embarrado por el ganado. Continuando por aquí llegamos a los pies de Pico Ureño, donde se podía ver cómo su ladera estaba cubierta de tojos y de acebos.
En esta zona nos dimos cuenta del porqué del nombre que le dan, las turberas, ya que es una zona de tierra totalmente negra y en muchas partes totalmente enfangadas. En el camino de regreso este será el punto al que llegaríamos desde otro camino. Aquí volveríamos a encontrar un sendero más marcado y así llegaríamos hasta una vaguada por donde bajaba una corriente de agua, el río León.
Nada más atravesar este río giramos a nuestra izquierda, para luego volver a girar a nuestra derecha e iniciar un duro ascenso que duraría casi 45 minutos.
El ascenso fue bastante duro, pasando de los 600 m. de desnivel a los 950 m. en sólo dos kilómetros. Nos encontrábamos en la Braña de San Martín. Para ello nos dirigimos a lo que parecía era la cima, pero al llegar a ella pudimos comprobar que la braña seguía ascendiendo.
Una vez pasada esa primera cima, ya estábamos a 901 m. seguimos ascendiendo por la braña en dirección a lo que parecía una pista que partía en dos la montaña que teníamos en frente, el Alto de la Horca, a esta última braña, antes de llegar a la pista se le conoce con el nombre de Cuesta Ligero, aunque de ligera tenía más bien poco. Al llegar a esta pista echamos una vista atrás y se podía ver la braña que habíamos ascendido con un bebedero, la primera cima y el Valle de Iguña al fondo.
También desde este punto tuvimos una vista del camino que utilizaríamos en el regreso, caminando por una pista que bordearía Pico Ureño y la zona de La Horca, justo enfrente de Pico Jano, del cual se veía, un poco, su antena entre las dos cimas.
Ahora teníamos dos posibilidades, seguir por la pista hasta un gran depósito de agua que se encontraba a nuestra derecha, cerca del embalse del Alsa. Esta pista, así como el depósito de agua, forman parte de la famosa autovía del agua, es decir el bitrasvase Ebro – Pas – Besaya.
O seguir ascendiendo, esta vez por una zona cubierta de maleza en dirección al Alto de la Horca, y como no nos gustan las cosas fáciles, para arriba nos dirigimos, parando de vez en cuando para disfrutar de las vistas y hacer la foto anterior, en la que se podía ver la pista hacia el depósito de agua, el embalse de Alsa y los tubos que bajan hacia la Central Hidroeléctrica del salto del Aguayo. Después de casi 500 metros de desnivel y dos kilómetros de ascenso por la braña y la maleza llegamos al Alto de la Horca donde hicimos una parada para beber y curar una ampolla que le había salido a unos de los senderistas después del duro ascenso.
Desde este punto se veía toda la zona del sur de la bahía de Santander, destacando por encima de todo el Castro Valnera, el Picón del Fraile, el Porracolina, los Porrones del Mortillano y Peña Rocías.
Después de este tiempo de recuperación y de disfrute para la vista, continuamos caminando pegados a la alambrada, dejando esta a nuestra izquierda, hasta que llegamos a un punto que no nos quedó más remedio que saltar dicha alambrada.
Ahora nos encontrábamos en la Sierra el Escudo y lo que hicimos fue seguir un sendero que iba paralelo a la alambrada. El camino era más sencillo, ya que estábamos casi en la parte más alta, aunque todavía nos quedaba un ascenso final. Desde este punto se tenía una magnífica vista del embalse del Alsa, Pico Jano, tuberías que bajan desde el embalse de Mediajo a la central, la superficie del embalse de Mediajo, las montañas de Campoo y la Sierra de Peña Sagra.
Continuamos caminando por esta pista mientras disfrutábamos de las magníficas vistas, hasta que llegamos a un cruce a nuestra derecha que se encontraba cerrado por una portilla, así que para ya os dirigimos. Abrimos la portilla, la atravesamos y posteriormente la volvimos a cerrar.
Al meternos por esta nueva pista, abandonando la principal, la cual se dirige al mismo punto pero ascendiendo a la mitad de la cumbre del Cotero de Vallados, nos metimos por el medio de un pinar, el pinar de Recuria, en el cual se pueden apreciar tres caminos paralelos que van a diferentes alturas, uno por encima nuestro y otro por debajo que viene desde la presa del Salto del Aguayo.
Nada más atravesar el pinar nos encontramos, a nuestra izquierda el camino superior, paralelo al nuestro, que enlazaba con el que nosotros seguimos y un poco más adelante se veía el siguiente cruce que venía desde el embalse de Alsa y nuestro destino final, la cima de Mediajo Frío.
Al poco del anterior cruce llegamos a nuevo cruce,el cual asciende desde una pista que parte del embalse de Alsa y que llega hasta Mediajo Frío. Estábamos en el Collado de Piedra Lucía.
Cogimos esta pista de ascenso y se empezó a complicar por dos razones primero porque la pista estaba en bastante mal estado y segundo porque apareció un fuerte viento del sur que dificultaba bastante la marcha.
Al llegar a la cima de Mediajo Frío (1.328 m.) lo primero que me llamó la atención fue una gran antena, una edificación con el muro tirado y una segunda edificación con una antena, un pararrayos y unos paneles solares fotovoltaicos en el tejado, la cual se encontraba junto a un punto geodésico.
Lo primero que hice al llegar fue hacer una foto del Pantano del Ebro, con los pueblos de Corconte, la playa de Arija y los pueblos que rodean el pantano.
En ese mismo punto aprovechamos para hacernos el típico selfie de cuando llegamos a la cima, uno con el fondo del pantano del Ebro al Fondo
y otro selfie con el fondo de Castro Valnera, Porracolina y Picón del Fraile.
En este punto el viento era muy fuerte y bastante frío, creo que de ahí el nombre de Mediajo Frío, así que nos refugiamos detrás de la edificación y aproveché para realizar una panorámica de la zona.
Como hacía mucho frío y mucho viento nos pusimos rápidamente de regreso a nuestro destino final, para ello volvimos por el mismo camino, Collado de Piedra Lucía, faldas de Cotero Vallados, hasta que llegamos al punto donde saltamos la alambrada, cerca del Alto de la Horca. Allí, sin cruzar la alambrada, nos dirigimos paralelos a la alambrada por una dura pendiente de descenso en dirección al depósito de agua.
En esta bajado se tenía una perfecta vista del embalse del Alsa, junto con la presa de la Central Hidroeléctrica.
Después del duro descenso llegamos al depósito de agua del bitrasvase Ebro – Pas – Besaya, el cual era bastante más grande de lo que nos había parecido.
Nos íbamos a parar a comer en este punto, pero el viento era tan fuerte que decimos seguir avanzando otro tramo, a ver si conseguíamos resguardarnos del fuerte viento sur. Para ello cogimos una pista que se encontraba a la izquierda del depósito en dirección oeste y que estaba marcado con una especie de menhir.
El camino iba en ligero ascenso por una pista que estaba cubierta de vegetación pero que era lo suficientemente cómoda.
Desde este ascenso se podía tener una magnífica vista de todo la braña por la que habíamos ascendido.
Después de un largo tramo de ligero ascenso pudimos echar una vista atrás y poder ver el camino que habíamos recorrido desde el depósito.
Ya casi habíamos llegado a Pico Ureño y nos encontramos una especie de menhir junto a la pista y poco después dimos un giro a la izquierda y paramos a comer en una especie de pequeña construcción totalmente derruida.
Allí nos resguardamos del viento y recuperamos fuerzas antes del duro descenso que nos quedaba, ya que estábamos a una altitud de unos 1.100 m. y en poco tiempo teníamos que descender hasta los 350 m. Antes de iniciar el descenso, después de comer pude hacer una foto del cercano Pico Jano, donde oímos un par de tiros y posteriormente vimos a unos cazadores.
Ahora sólo nos quedaba descender, y este descenso se preveía bastante duro, primero por la maleza y lo embarrado del camino, segundo por el viento y tercero por lo pindio de la pendiente. Pero fuimos buscando el camino más cómodo para descender.
En el camino de descenso pasamos junto a un haya que parecía que estaba anclado a una gran roca.
El camino era bastante complicado hasta que encontramos un senderillo que bajaba junto a la alambrada, así que lo que hicimos fue seguirlo para facilitar el descenso.
Ya siguiendo este senderillo se veía el final de este primer descenso mucho más fácil y pudimos ver el mirador de Jumedre junto a la carretera, así que para allá nos dirigimos.
Una vez en la carretera, nos acercamos al mirador de Jumedre para hacer una fotografía de todo el valle.
Continuamos unos metros por la carretera hasta la primera curva, en la cual nos volvimos a salir en dirección al bosquecillo.
Empezamos este segudo tramo de descenso, ya no tan duro como el anterior, siempre en dirección norte por el bosque de la Jesa, en el que abundaban sobre todo acebos.
ya casi habíamos acabado el descenso y encontramos una pista cubierta de hierba que seguimos y que nos dirigía a la zona de las Turberas.
Ya estábamos llegando al lugar donde nos separamos en el camino de ascenso, en las Turberas, donde había unos caballos que estaban pastando tranquilamente. Ya sé porque se llama Turberas a esta zona, la tierra era completamente negra y muy blanda, los caballos tenían clavadas las patas en la tierra hasta casi las corvas.
Ya estábamos en el mismo camino que utilizamos en el ascenso, pero esta vez me desvié un poco del camino para fotografiar a la pequeña subestación que se encontraba pegada a la subestación principal del Aguayo.
Y ya sólo nos quedaba desandar el tramo final y después de seis horas y media y aproximadamente 23 kilómetros llegamos a Casares, lugar donde nos cambiamos, estiramos un poco y cogimos de nuevo el coche para dirigirnos al pueblo de Bárcena de Pie de Concha donde fuimos a tomar un refresco, no sin antes llamarnos la atención un todoterreno con dos jabalíes recién cazados, justamente en el Pico Jano, lugar donde habíamos escuchado los tiros.
Para ver la ruta en Wikiloc pinchar sobre la imagen.
Curva de altura en función del tiempo de marcha.
Casares a Mediajo Frío | |
Distancia Total | Ruta circular de 23 km. con tramo inicial y final compartido. |
Duración Total | El recorrido lo hicimos en seis horas y 30 minutos minutos, y estaríamos parados 1 hora entre la comida y resto de paradas. |
Dificultad | La ruta es de nivel medio. |
Desnivel | El desnivel es de aproximadamente 969 m. con un desnivel acumulado de unos 1.200 m. |
Tipo de camino | Todo el camino fue por senderos, pistas, y campo a través por brañas. |
Agua potable | Encontramos varios arroyos en los que se podría beber agua y varios bebederos. |
Época recomendada | Se puede hacer en cualquier época del año, aunque en invierno puede estar cubierto de nieve. |
Cartografía y Bibliografía | Hoja 83-II (San Miguel de Luena) y 83-IV (La Costana) a escala 1:25.000 del Instituto Geográfico Nacional. |
Track GPS | Enlace a track para GPS en Wikiloc |
[…] a la cual ya habíamos ascendido en otra ocasión desde Casares, y que se encuentra recogida en el siguiente enlace. Desde la cima también pudios disfrutar de otra vista de las cimas del sur de la Bahía de […]
[…] Teníamos programadas dos rutas diferentes por la misma zona, una que ya intentamos unos años atrás, pero tuvimos un lesionado y no la realizamos, y que consistía en ascender al Coterón y la segunda, que es la que realizamos era subir desde Selviejo hasta el Mediajo Frío, al cual ya habíamos ascendido en otra ocasión desde el pueblo de Casares […]