El sábado 08 de Abril nos juntamos cuatro amigos senderistas para hacer uso y disfrute de nuestro bonoruta. La idea era repetir una ruta que uno de nosotros había realizado con un grupo de alumnos el pasado 31 de Enero. Esta ruta discurría por el parque natural de los Collados del Asón, y en concreto por un par de sitios que se caracterizan por los impresionantes cañones.
Así que a las 08:30 de la mañana salimos de Santander con destino al aparcamiento que se encuentra en el Collado del Asón. Por el camino pudimos disfrutar de las vistas de la zona que íbamos a visitar desde el Puerto de Alisas.
Una vez en el aparcamiento, que han habilitado cerca del mirador del Asón, preparamos las mochilas, las botas y comenzamos a caminar.
En esta ocasión he subido dos tracks, uno de la ruta que presento en esta entrada y otro de la ruta que hice el 31 de Enero y que es un trozo de esta. Para descargar la ruta de esta entrada pinchar aquí, y para descargar la del día 31 de Enero, que es más corta, pinchar aquí. Para descargar ambas hay que estar registrado en Wikiloc.
El camino comienza justo al lado del aparcamiento y en este punto ya hemos iniciado varias de las rutas que hemos realizado por la zona del Asón, como la Vuelta de la Colina, el Hondojón, y alguna ruta más.
Justo donde se inicia la ruta hay un cartel explicativo de las características propias de estos terrenos Kársticos, con sus glaciares, lapiaces, dolinas, sifones, simas,… así como sus bosques, vegetación y un plano con una de la rutas. Una vez comenzamos a caminar lo primero que apreciamos es la carretera que sube desde el pueblo de Asón hasta el Collado, en la que se aprecian los zig-zags que se han tenido que realizar para poder ascender hasta esta zona, incluso en un autobús.
En un principio la ruta comienza con una pista ancha y cómoda, que va en ligero ascenso, por la que no está permitido el acceso a vehículos, ya que estamos en un parque natural. Lo primero que vemos es, a nuestra derecha, los Castros de Horneo, una formación rocosa por la que regresaremos.
En esa pista pasamos junto a un recinto ganadero, el cual dejamos a nuestra derecha y un cerrado para el ganado a nuestra izquierda. De momento el camino es muy sencillo y no tiene ninguna posibilidad de pérdida. Un poco más adelante encontramos una fuente de la que la gente de los alrededores dice que quien bebe de esa fuente tendrá mucha descendencia, nosotros por si acaso no bebimos ya que ya tenemos bastantes hijas. Nada más pasar esta fuente nos encontramos un paso canadiense y luego un desvío a nuestra derecha que es por donde va la ruta al Colina.
Al poco rato de pasar por este desvío, el cual está a unos 1.750 m del punto de salida, nos encontramos a nuestra izquierda una gran mole rocosa y con una forma que la da nombre, Los Campanarios.
Seguimos avanzando un poco por esta pista y llegamos a lo que se conoce con el nombre del Alto de la Posadía. Lugar desde el que se puede observar una gran cavidad, conocida con el nombre de Poljé, y en concreto el Poljé de Brenavinto. Un poljé es una depresión kárstica cerrada, de planta no circular y notables dimensiones, que deriva de una acentuada concentración de los procesos de disolución en el área.
En este punto podemos tomar dos decisiones, seguir por la pista principal y llegar hasta una cabaña que se encuentra en el fondo del poljé, o coger un desvío que va a media ladera y que llega al mismo destino. Nosotros escogimos el segundo camino, ya que el primero suele estar inundado y es dificultoso el circular por él. Este desvío también sirve para la ruta de la Vuelta de La Colina, el PR – S77 y para ir a Valdició a través del GR-74, tal y como señalan los indicadores que hay en el camino.
Nos metemos por este senderillo y le vamos siguiendo, teniendo la precaución de en un momento determinado desviarnos de él y dirigirnos hacia la cabaña, ya que sino lo que haríamos sería hacer la Vuelta de La Colina.
Nosotros nos pasamos un poco y tuvimos que retroceder para al final salir por al lado de la cabaña que se encuentra en la parte baja del poljé de Brenavinto.
Volvemos al camino principal, en el que la pista cómoda ya se ha convertido en una pista embarrada y ya no tan cómoda como al principio, es más en un momento tuvimos que atravesar un pequeño arroyuelo que cruzaba la pista.
Seguimos en ligero ascenso hacia nuestro siguiente punto en Brenalengua. Antes llegamos a un cruce donde se puede coger el camino de la derecha o el de la izquierda, este último se dirige hacia el Hondojón, por el PR-S 66, y a Bustalveinte por el PR-S 74. Esta es la pista más marcada y nosotros cogemos el sendero de la derecha, mucho menos marcado y que se dirige hacia Brenalengua. En este cruce hay un pequeño depósito de agua a la derecha del camino.
A los pocos metros hay un desvío el cual no cogemos y que se dirige a la cabaña de Brena Román. Nosotros seguimos por el senderuco principal hacia Brenalengua, dejando a nuestra izquierda las Motas, en concreto La Mota Primera y La Mota La Fuente.
Una vez pasada la cabaña de Brenalengua, la cual dejamos a nuestra derecha comenzamos el paso por uno de los lugares especiales de la zona, era el ascenso hacia el Collado de los Lobos. Este ascenso se caracteriza porque primero nos encontramos una ligera subida con abedules a ambos lados y luego pasa a un pequeño bosque de hayas que salen de entre las rocas, lo cual le da su especial encanto.
En la otra ocasión que ascendí por este bosquecillo todavía era más espectacular, ya que todo el terreno estaba cubierto por una capa de nieve. Aquí os dejo una foto de aquella ocasión para que podáis disfrutar de su belleza.
Al llegar arriba nos encontramos en el Collado de Los Lobos, y continuamos por el sendero marcado por el paso de los caminantes y del ganado.
Seguimos caminando por el sendero y nos encontramos una alambrada, la cual a su izquierda tiene un pequeño paso para librarla, girando hacia la derecha y llegando al ascenso que nos dirige a la primera de los cañones del día.
Después de este ligero ascenso llegamos a la boca del primer cañón de la ruta, en concreto el conocido como el Senderón según el IGN o La Canal Honda o Canalonda, una de los más grandes e impresionantes que veríamos en toda la ruta.
En otra ocasión, cuando hicimos la vuelta a La Colina, ya estuvimos a la entrada de esta canal, pero por desconocimiento no nos introducimos por esta canal, ya que además estaba cubierta de vegetación, no como ahora que los árboles estaban sin hojas. Una vez dentro echamos una ojeada para atrás y pudios ver al fondo la gran antena del Picón del Fraile.
Ahora sólo nos quedaba dejarnos llevar en esta gran canal, caminando entre unas enormes paredes de roca, que a simple vista en algunos de los tramos tenían casi de 40 a 50 metros de altura y parecíamos insignificantes entre esas paredes.
Es una zona impresionante en la que destacan, como no, las inmensas paredes de roca, y las enormes hayas, las cuales en muy pocos momentos a lo largo del día les da el sol y lo tienen que buscar subiendo hacia la parte superior de la canal.
Como unos meses antes había realizado este mismo recorrido con mis alumnos os dejo una fotografía de la misma zona, pero en aquella ocasión cubierto de una capa de nieve.
A la salida de esta primera canal destacaba un enorme peñón, en la que no dudamos en hacernos una fotografía.
A la salida del primer canal de la ruta nos encontramos una preciosa imagen de la zona por la que habíamos caminado, el poljé de Brenavinto. En concreto salimos a la zona de Brena Román.
Fuimos caminando a media altura por un senderillo que nos iba dirigiendo hacia nuestro siguiente destino, la cabaña de Concinchao. El camino iba paralelo al que habíamos realizado unos momentos antes para ir hacia la entrada del Canal Honda. Después de caminar por este sendero llegamos a una marca que nos indicaba el camino hacia dicha cabaña.
A los pocos metros llegamos a esta cabaña, en la que ya habíamos estado en varias ocasiones, y paramos a tomar un pequeño refrigerio y un tentempié. En ese mismo punto nos encontramos un grupo de senderistas que estaban haciendo un pequeño descanso.
Una vez acabado este pequeño descanso nos dirigimos hacia nuestro siguiente destino, la cueva de Cuchifrita o Turrutuerta, para ello salimos en dirección norte siguiendo las marcas que íbamos encontrando en el camino y que nos dirigían en una ascensión empedrada. En mitad de esta ascensión encontramos una marca que nos dirigía hacia la Cañada de Moncrespo- San Roque de Riomiera por el GR-74.
Como íbamos muy bien de tiempo decidimos desviarnos por este cruce de manera que aumentamos el recorrido que íbamos a hacer, de manera que en esta entrada he puesto dos tracks, el primero de ellos no iría por este desvío, y por lo tanto sería más corto, y un segundo track que sería el que hicimos en este día y tomando este desvío. Así que lo que hicimos fue seguir el GR-74.
El paisaje era bastante diferente al anterior, ya que ahora caminábamos entre las hayas por mitad del bosque. La pena es que todavía no habían empezado a salir los primeros brotes verdes de las hayas, las cuales estaban totalmente desnudas.
En el medio de este bosque en la zona de la Sel del Cuende nos encontramos varios árboles singulares, unos que estaban totalmente curvados, otros que salían de entre las rocas y otro, que es el de la imagen, que había crecido entre las rocas, el viento la había derribado y él había seguido creciendo.
Seguimos caminando por el GR-74, siguiendo las marcas que cada poco tiempo nos íbamos encontrando, hasta que apareció a nuestra derecha una cima muy característica, a la cual ya habíamos ascendido en otra ocasión y que no tiene forma de confundirla por su característica meseta en su parte superior, la Porra de La Colina (1.441 m), la cual no hay que confundir por el nombre con el Porracolina (1.414 m) y que se encuentra muy cerca y posteriormente veríamos.
Seguimos caminando en dirección a la Porra de La Colina pero dejándola a nuestra derecha, y dejando a nuestra izquierda un joven bosque de árboles sin una hoja y viendo al fondo Las Motas, El Picón del Fraile y más al fondo y todavía con algo de nieve el Castro Valnera, lugar donde unos días más tarde fallecería un senderista al despeñarse.
A nuestra derecha nos encontramos algo extraño, y que era, pues dos pequeños neveros, que aún orientados al sur y con el calor que hacía, seguían manteniendo una capa de nieve, lo cual quiere decir que hace algunos días tendrían mucha cantidad de nieve.
Al poco de pasar por estos neveros ya abandonamos el camino del GR-74 y nos desviamos por un pequeño sendero hacia la cima que teníamos a nuestra izquierda y que no era otra que el Carrío (1.435 m)
Al igual que en un par de fotografías anteriores se volvía a divisar Las Motas, El Picón del Fraile, El Pico de La Miel y el Castro Valnera. En este ligero ascenso a la cima, echamos una vista atrás y pudimos tener otra vista, desde un punto diferente, del Colina, con su típica meseta.
Un par de senderistas en vez de seguir el sendero que siguieron los demás para ascender a la cima nos decidimos a seguir un poco más adelante para llegar a una señalización y ver lo que ponía, y sólo indicaba el GR-74 indicando que ese era el camino correcto para ir al Alto de la Sota y San Roque de Riomiera.
Al llegar a este punto nos dirigimos hacia la cima del Carrío, donde estaban llegando nuestros otros compañeros. En este ascenso se tenía una magnífica vista de otro de las cimas que ya habíamos ascendido en otra ocasión, el Porracolina y a su derecha Peñas Gordas.
En la cima del Carrío se tenía una panorámica de todas las cimas de Cantabria, se podía ver desde Los Picos de Europa, Peña Sagra, Las Enguinzas, Porracolina, Peñas Gordas, el Mosquitero,…, así como todos los pueblos de la Costa, llegando a ver hasta Santoña, destacando el Buciero sobre el pueblo. Eran tantas las fotografías que teníamos que hacer que al final lo resolvimos con una panorámica.
Lo primero que hicimos en la cima fue comer, ya que teníamos bastante hambre y las vistas eran las ideales y después empezamos a comprobar en el mapa una posible bajada hacia nuestro siguiente punto, así como poner nombres a los montes que nos rodeaban.
Una vez consultado el mapa y recuperar fuerzas decidimos dirigirnos hacia las cabañas de Brenacobos, ya que nos parecía el mejor camino para regresar hacia la cabaña de Concinchao, nuestro siguiente destino. Además este fue el camino que utilizamos en la otra ocasión cuando hicimos la vuelta de La Colina. Así que para allá fuimos y nada más bajar del Carrío seguimos un sendero que servía para salvar un importante desnivel de rocas. El paso lo tuvimos que hacer entre dos rocas.
Una vez salvado este desnivel rocoso ya vimos a lo lejos las cabañas de Brenacobos, las cuales nos indicaban el camino correcto, el cual se podía ver claramente desde la zona alta en la que estábamos situados.
Al poco rato ya habíamos llegado a las cabañas de Brenacobos, lo que pasa que desde el camino no se veían, ya que estaban en una parcela que estaba un poco más alta que el camino principal.
Desde este punto se veía claramente la zona desde la que habíamos bajado en el Carrío y la pared de piedra que habíamos librado.
Ahora lo único que teníamos que hacer era seguir el sendero principal, el cual además estaba marcado con unos postes numerados que se correspondían con la ruta de la vuelta de la Colina. Al principio el camino se dirigía en dirección al Picón del Fraile y Las Motas.
Al principio el sendero circulaba por una zona totalmente descubierta, luego se iba metiendo entre bosque bajo y al final ya entrábamos en un pequeño bosque. La verdad que no había posibilidad de pérdida, sólo teníamos que buscar el poste numerado que indicaba el camino correcto.
Al entrar en la zona más boscosa llegamos a una marca que estaba justo en la entrada de la segunda de las gargantas de esta zona, las Hazas del Respiradero o la Cañada de Moncrespo.
La verdad que esta grieta es mucho más pequeña que la de la Canal Honda, pero tiene la belleza de ser más estrechas y estar más cubierta de vegetación. Así que nos dirigimos hacia el segundo de los cañones del día.
Una vez atravesado este segundo cañón volvimos a salir a la misma zona que cuando salimos de la Canal Honda, pero esta vez en un sendero paralelo al anterior pero en un nivel superior.
Seguimos por este camino saliendo de nuevo a la misma señal que indicaba la cabaña de Concinchao y siguiendo el indicador, ya conocido, llegamos a dicha cabaña por segunda vez en el día.
Cogimos de nuevo el mismo camino que unas horas antes y nos dirigimos hacia la cueva de Turrutuerta o Cuchifrita. Para ello tuvimos que subir una ligera pendiente empedrada en la que se podía ver a mano derecha una piedra característica conocida con el nombre de la Muela y a nuestra izquierda una buitrera de la que vimos despegar un buitre un par de veces.
Después de ascender esta última pendiente llegamos a la impresionante entrada de esta cueva, la cual tiene una gran entrada pero luego tiene muy poca profundidad y en la que destaca sobre todo la humedad y la gran cantidad de guano, creo que de murciélagos, que había.
Como he comentado anteriormente la profundidad de la cueva no es muy grande, pero lo bueno es que con el calor que hacía pudimos refrescarnos un poco en su interior.
Justo a la entrada de la cueva, además de la buitrera, destacaba una roca muy llamativa y con una forma que la da nombre, La Muela.
Justo entre la pared de la cueva y La Muela, se inicia un camino, bastante empedrado, que nos lleva hacia la siguiente zona de cañones, esta vez en Los Castros de Horneo. Es un camino un poco complicado y en el que hay que tener un poco de precaución, sobre todo si hubiese condiciones de lluvia. Así todo hace unos meses lo hicimos con un grupo de unos cincuenta alumnos y no tuvimos ningún problema, salvo con un alumno que tenía vértigo y le tuvimos que ayudar a atravesar un paso.
Al poco ya llegamos a la zona de los cañones, los cuales eran tan impresionantes como cualquiera de los que habíamos visto anteriormente, estos quizás algo más estrechos y altos que los de la Canal Honda.
Ahora sólo nos quedaba disfrutar de estas zonas entre rocas, en las cuales había constantes subidas y bajadas. La verdad que es impresionante que en esta zona pudiésemos encontrar estos cañones.
La verdad que estos cañones eran impresionantes y a diferencia de los anteriores el suelo estaba mucho más complicado por estar cubierto de constantes subidas y bajadas que estaban cubiertas de piedras sueltas que lo dificultaban.
Después de un rato ya estábamos llegando al final del recorrido, el cual en algunos momentos parecía que no iba a tener salida, pero al final la encontrábamos fácilmente.
Justo a la salida del cañón ya vimos que habíamos salido a Los Castros de Horneo, en la que destacaban las llamativas rocas verticales.
Ahora ya sólo faltaba descender hacia la pista que va desde el aparcamiento hacia el Alto de La Posadía. Para hacer este descenso la primera vez lo hicimos dirigiéndonos en dirección oeste y esta segunda vez bajamos perpendiculares hacia el camino. El primero tenía un mejor camino y el segundo bajamos por pequeños senderucos. Una vez a mitad de camino se tenía una perfecta vista de la zona de Los Castros de Horneo donde se encontraban escondidos los últimos cañones.
Bajando perpendicularmente al camino al final llegamos a él y regresamos hacia el aparcamiento por él, no pudiendo dejar de parar en la fuente de “la fertilidad” a darme un remojón en la cabeza y refrescarme un poco.
Después de seis horas y media y casi 20 kilómetros de caminata llegamos de nuevo a nuestro punto de partida. Una ruta impresionante y para repetirla en otra ocasión. Ya sólo quedaba tomar un refresco en un bar en el pueblo de Asón, en concreto en La Coventosa.
Para ver la imagen en Google Maps, pinchar en la imagen:
Curva altura-tiempo
Ruta por los cañones del Alto Asón | |
Distancia Total | Ruta circular de aprox. 20 km. |
Duración Total | El recorrido lo hicimos en seis horas y media y estaríamos parados una hora aproximadamente. |
Dificultad | La ruta es moderada y la única dificultad es la distancia. |
Desnivel | El desnivel es de aproximadamente 750 m. con un desnivel acumulado de 1.150 m. |
Tipo de camino | Pistas, senderos y campo a través. |
Agua potable | Encontramos una fuente al principio y unos cuantos arroyos. |
Época recomendada | En cualquier época del año, aunque con nieve sería bastante complicado. |
Cartografía y Bibliografía | Hoja 59-IV (Veguilla), a escala 1:25.000 del Instituto Geográfico Nacional. |
Track GPS | Enlace a track para GPS en Wikiloc Tramo largo y Tramo corto |
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