El viernes 06 de Diciembre, aprovechando que era un día festivo y que, después de casi cinco fines de semana lloviendo, daban buen tiempo decidimos juntarnos tres senderistas para hacer uso y disfrute de nuestro bono ruta mensual. Para ello nos planteamos dos posibles rutas, una en una zona baja del Miera y otra desde Lunada. Aprovechando que el puerto estaba abierto nos decidimos por esta última y para ello subimos hacia el Collado de Hoz, es mucho más conocido con el nombre de Portillo de Lunada (1.350 m.)
Para ello nos dirigimos por la carretera que va desde Liérganes hacia San Roque de Riomiera y desde allí ascendimos por el puerto de Lunada, pudiendo contemplar las típicas cabañas pasiegas, así como el resbaladero de Lunada por el que se bajaban los troncos de los árboles que luego servirían como combustible para los hornos de la Real Fábrica de Artillería de la Cavada. Esta es la razón por la que en esta zona no se puede ver ni un árbol, ya que en aquella época, siglo XVIII, se cortaron todos los árboles para abastecer a esta fábrica. Una vez en el portillo aparcamos el coche y nos preparamos, botas, bastones, GPS, mochilas y sobre todo ropa de abrigo e iniciamos la marcha.
Para descargar el track para GPS desde Wikiloc pinchar aquí: (hay que registrarse en Wikiloc)
Para ver una breve crónica de la ruta y el vídeo de la ruta pinchar aquí
Desde este punto si mirábamos hacia el norte podíamos ver el camino por el que debíamos ir para ascender hacia nuestra primera cima, así como la primera dificultad, ya que se veía que el sendero estaba cubierto por nieve y como más tarde comprobaríamos nos dificultaría bastante el paso.
Una vez preparados nos pusimos a andar en la cima del puerto de Lunada, en el límite con Burgos, junto al letrero de Cantabria. Mirando hacia el norte se inicia una senda a la derecha de dicho letrero. Al principio el sendero es estrecho y al poco tiempo nos encontramos la dificultad de que el sendero estaba cubierto de nieve y nos hizo plantearnos el suspender la ruta ya que el paso era bastante complicado.
Después de ver diferentes alternativas encontramos un paso, que parecía más seguro y por ahí nos dirigimos, aunque con mucha precaución, ya que la nieve y la gran pendiente dificultaba bastante el paso. Una vez pasada esta dificultad pudimos tener una magnífica vista del Pico de la Miel y el inicio hacia Castro Valnera.
Seguimos caminando en ligero ascenso y viendo al fondo nuestro primer objetivo, el ascenso al Veinte (1.507 m.)
En este mismo punto teníamos una magnífica vista de toda la subida al portillo de Lunada, así como el valle del Miera y al fondo las cimas de Peña Sagra y Picos de Europa.
Después de este primer desnivel, de unos 100 metros, llegamos al Collado de Bustalveinte (1.432 m.) desde el que podíamos ver la famosa antena esférica que se encuentra en el Picón del Fraile (1.619 m.) y que forma parte de la Escuadrón de Vigilancia Aérea (EVA 12). Esta cima se encuentra entre La Mota (1.617 m.), Mota La Fuente (1.555 m.) y la Mota Primera ( 1.455 m). También contemplamos el gran muro de piedra que destaca en la ladera norte.
Desde el Collado de Bustalveinte, el cual se encontraba totalmente cubierto de nieve, se veían algunas de las cimas que habíamos ascendido en otras ocasiones, como el Porracolina (1.414 m), el Carrío (1.435 m.), el Colina (1.441 m.), Peñas Rocías y el Mortillano (1.411 m.). En el camino de regreso llegaríamos a este mismo punto.
Seguimos caminando siguiendo la línea que une el collado con la cima, teniendo la precaución de no resbalar por la gran cantidad de nieve y algunas placas de hielo que había. Al fondo podíamos ver la primera de las cimas que íbamos a ascender. El ascenso no era muy duro, ya que el desnivel no era muy grande y solamente al final hay un ascenso más marcado y en una zona rocosa.
En este primer ascenso se vuelve a tener una magnífica visión de la carretera que asciende hacia el Portillo de Lunada, así como la imagen del Valle del Miera y al fondo Picos de Europa, Peña Sagra, así como las cimas de Campoo.
Después de 2 kilómetros en ligero ascenso, de un desnivel de aproximadamente 200 metros y de casi una hora de camino llegamos a la cima del Veinte (1.507 m.) En este punto había un buzón y se podía ver la cima del Picón del Fraile y el farallón de piedra que destaca en su ladera norte.
Una vez que hubimos disfrutado de las vistas desde este punto nos dirigimos a nuestra segunda cima, el Pizarras, para ello teníamos que iniciar un ligero descenso para luego volver a ascender. Este camino también era cresteando teniendo caída hacia las dos laderas, una de ellas cubierta de nieve y la otra sin nieve pero con una gran pendiente.
En el camino que iba descendiendo pudimos tener dos imágenes muy vistosas, la primera de ellas en dirección oeste, en la que podíamos ver las cimas donde se encuentra el Hayedo de Zamina y Picones de Sopeña, lugar por el que habíamos realizado una ruta hace tiempo. Para ver la ruta pinchar aquí.
Y por el este se podía ver el valle de Soba, con una vista del Mazo Grande (1.199 m.) y del Mazo Chico (1.123 m.), zonas por las que también habíamos realizado alguna ruta.
Después de cuatro kilómetros caminados y un tiempo de hora y media llegamos a nuestra segunda cima el Pizarras (1.478 m.) y desde él lo primero que vimos fue una magnífica vista de Santander.
En esta cima también existe un buzón indicador y aproveché para hacerle una foto con el Picón del Fraile al fondo.
En este punto también aprovechamos para hacernos un selfie del grupo con el mismo fondo.
Tuvimos que seguir caminando, cresteando hasta la siguiente cima que se encontraba a pocos metros en dirección norte, para luego en ese punto girar hacia el este hacia la siguiente cima. Para ello nos dirigimos por la Sierra La Vaga hacia el Carrío. En este tramo el camino no estaba muy marcado y fuimos buscando diferentes senderos, pero saliéndonos de la crestera y caminando por la zona Norte. Echando una vista atrás pudimos ver parte del camino que habíamos realizado.
En un punto encontramos un senderillo que ascendía de nuevo a la crestera, así que para allá nos dirigimos y podíamos ver casi la cima el Carrío.
Después de 6,5 km y dos horas y media de caminata llegamos a la cima del Carrío (1.435 m.). En este punto no hay buzón, ni indicador de la cima, ya que no hay un punto que destaque por la altura, si no que hay una llanura en la que han marcado la cima con un amontonamiento de rocas.
En este mismo punto ya habíamos estado en otra ocasión cuando realizamos una ruta por los Cañones del Asón y recogida en la siguiente entrada, pinchar aquí. Desde este punto también se veía perfectamente otra de las cimas que habíamos ascendido en otra ocasión el Porracolina y que también habíamos recogido en otra entrada del blog en la siguiente entrada, pinchar aquí.
Una vez llegado a este punto hay dos opciones, la primera de ellas es regresar por el mismo camino, pero nosotros somos más de hacer rutas circulares, así que como una parte del recorrido que nos quedaba ya lo conocíamos de la vez que hicimos la ruta por los cañones del Asón, nos decidimos a descender hacia Bustalveinte. Para ello comenzamos a descender en dirección noreste hasta el llamado Alto de las Estacas.
Una vez que llegamos al Alto de las Estacas giramos al este y encontramos unos indicadores del GR-74; aquí giramos totalmente al sur para buscar otra estaca señalizadora y un paso empedrado y muy espectacular que nos facilitará descender la pared rocosa. El problema puede ser encontrar el paso sobre todo cuando el sendero está cubierto de nieve.
Una vez franqueada esta pared rocosa seguimos caminando hacia el este hasta encontrar un arroyo muy cerca de los prados y las cabañas de Brenacobos. Dejamos el arroyo y bordeamos por el oeste las fincas de Brenacobos, siguiendo un marcado sendero.
En este sendero, que ya conocíamos íbamos siguiendo algunos postes, pero llegó un momento en el que no teníamos ninguna referencia y se nos complicó el camino ya que no sabíamos por donde descender, menos mal que teníamos el track en el GPS, y con dicho track, el sentido común y el de orientación, conseguimos llegar a donde pretendíamos. También echando una vista atrás pudimos ver el muro de piedra por el que habíamos descendido.
Desde este mismo punto también se visualizaba el camino por el que teníamos que volver hasta el Collado de Bustalveinte, así como las cimas que habíamos recorrido, el Veinte y el Pizarras.
En dirección sureste se podía ver una de las últimas cimas que habíamos ascendido, el Peña Lusa (1.575 m), y que estaba recogida en la siguiente entrada, pinchar aquí.
Todo este tramo, que es el más complicado de seguir, ya que es campo a través y sin tener ninguna referencia clara, lo hicimos hasta llegar al fondo, a las brañas del Campo de Brenalenguas, una especie de gran cubeta en donde se sume el pequeño arroyo que baja de la fuente de los Meaderos, cercana a las cabañas de Sel del Cuende.
Ya en esta braña se nos aclaró un poco el recorrido, ya que nada más pasar por esta braña empezamos a ver postes del PR S-74, así como un indicador que nos indicaba el punto del que veníamos Brenalenguas.
Así que ahora lo teníamos más sencillo, seguíamos los indicadores del PR S-74 en sentido inverso, es decir veíamos el poste 14, luego el 13, el 12 y así sucesivamente,
En este recorrido tuvimos que atravesar un pequeño hayedo, pero siguiendo los postes de esta ruta.
Seguimos los postes en sentido inverso hasta el último que vimos que fue el 8, momento en el que nos cambiamos de dirección, ya que vimos un cruce en mitad del bosquecillo en el que había un indicador que nos dirigía por un lado hacia EL Valle, lugar por el que ya habíamos pasado, por otro lado se dirigía hacia el siguiente punto del PR S-74 y nosotros seguimos el indicador que señalaba hacia Bustalveinte (10 minutos)
Aquí lógicamente ya habían desaparecido los indicadores y continuamos en ligero ascenso por el hayedo
En el ligero ascenso hacia Bustalveinte por el sendero, perfectamente identificable, nos encontramos como el sendero se cubría de nieve, pero así todo seguía identificable. Lo único que la nieve dificultaba el camino y en vez de 10 minutos fueron 15.
Pero al final de este hayedo salimos ya a la braña de Bustalveinte, en la que se podían distinguir un grupo de varias cabañas, algunas de ellas bien conservadas y otras ya sin tejado.
Viendo que ya nos quedaba poco recorrido, aproximadamente una hora y que el tiempo no había empeorado, decidimos parar para comer, así que nos subimos a la escalera de una de las cabañas y nos pusimos a reponer fuerzas. Tampoco íbamos a estar mucho tiempo, ya que el día se estaba empezando a nublar, así que al final estuvimos parados 15 minutos, además empezaba a refrescar.
Ahora sólo había que hacer caso a un cartel que indicaba el camino para ascender al collado de Bustalveinte, aunque al haber nieve, no sabíamos muy bien cuál era el camino de ascenso, así que en algunos tramos siguiendo unos senderos y otras campo a través, íbamos buscando el camino más cómodo para hacer este ascenso, que después del camino recorrido ya se hacía un poco durillo. Todo el camino lo hicimos teniendo la vista del farallón de piedra del picón del Fraile a nuestra izquierda.
Llegando ya al final del ascenso vimos que el collado tenía mucha nieve y podía estar complicado el último tramo, razón por la que nos desviamos un poco hacia el norte, a la base del Veinte y desde allí nos dirigimos, ya cresteando hacia el collado.
El resto del camino ya lo conocíamos, seguir el camino que ya habíamos recorrido en el ascenso en dirección a Lunada, teniendo la precaución del primer paso complicado, que esta vez por lo menos ya conocíamos el sitio más cómodo para salvarlo.
Después de 5 horas y 45 minutos y casi 16 km de caminata llegamos de nuevo al aparcamiento en Lunada, lugar donde había varias familias disfrutando de la nieve con sus trineos y plásticos. Ahí nos cambiamos la ropa y el calzado y nos dirigimos a tomar el deseado refresco y un caldo en el pueblo de La Concha, justo enfrente de la antigua escuela de San Roque de Riomiera.
Para ver la ruta en Wikiloc pinchar sobre la imagen.
Curva de altura en función del tiempo de marcha.
Lunada – Veinte – Pizarras – Carrío – Brenacobos – Brenalenguas – Bustalveinte – Collado de Bustalveinte – Lunada | |
Distancia Total | Ruta circular de 16 km. |
Duración Total | El recorrido lo hicimos en cinco horas y 45 minutos minutos, y estaríamos parados 45 minutos aproximadamente. |
Dificultad | La ruta es de nivel medio. |
Desnivel | El desnivel es de aproximadamente 450 m. con un desnivel acumulado de unos 900 m. |
Tipo de camino | Todo el camino fue por senderos, pistas, y varios tramos campo a través, sobre todo por estar cubiertos los senderos por nieve. |
Agua potable | Encontramos varios arroyos en los que se podría beber agua |
Época recomendada | Se puede hacer en cualquier época del año, aunque con nieve se puede complicar bastante. |
Cartografía y Bibliografía | Hoja 59-IV (Veguilla) a escala 1:25.000 del Instituto Geográfico Nacional. |
Track GPS | Enlace a track para GPS en Wikiloc |
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