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Posts Tagged ‘Senderismo’


El sábado 12 de abril nos juntamos un grupo de cuatro amigos senderistas para hacer uso y disfrute de nuestro bonoruta. En esta ocasión la ruta era mixta ya que iba con nosotros una chica, además también nos acompañó mi perro Otto. No teníamos muy claro la ruta a realizar, sabíamos que iba a ser por la zona de Campoo, ya que según la previsión meteorológica en la zona de la costa el tiempo no iba a ser muy bueno, mientras que en el interior parecía que se iba a mantener más o menos estable.

Como teníamos varias preparadas por la zona de Campoo nos decidimos por una que venía recogida en el libro de Ramón García «Las montañas del Valle de Campoo”. En concreto era la ruta nº 2 de dicho libro la cual partía del pueblo Campurriano de Camino y ascendía hacia El Ropero (1.492 m), el cual no hay que confundir con Cueto Ropero (1.817 m) el cual se encuentra junto al Cueto  del Ligüardi (1.974 m.) y que ya ascendimos en otra ocasión, después nos dirigiríamos hacia el bosque de Bustío, para regresar por Fontecha y regresando a nuestro punto de partida.

Para ello nos dirigimos hacia Reinosa y cogimos la carretera que va hacia Braña Vieja y al llegar a Salces nos dirigimos hacia el punto de partida en el pueblo de Camino.

Ya en Camino aparcamos el coche en la plaza del pueblo junto a una fuente y nos preparamos para comenzar a caminar, cogimos ropa de abrigo por si se nos echaba encima la niebla, como al final sucedió, y nos ajustamos las mochilas para comenzar esta nueva ruta.

Punto de salida en Camino

Punto de salida en Camino

Para descargar el track para GPS desde Wikiloc pinchar aquí: (hay que registrarse en Wikiloc)

Para ver el vídeo del bono-ruta realizado por uno de los senderistas  pinchar aquí.

Una vez en la plaza cogemos una carretera que se encuentra a la derecha de dicha plaza

Carretera hacia la derecha

Carretera hacia la derecha

y que nos dirige hacia fuera del pueblo en dirección hacia el arroyo de la Gorgolla el cual tenemos que cruzar y que se encuentra medio oculto entre unos fresnos.

Carretera hacia el arroyo de la Gorgolla

Carretera hacia el arroyo de la Gorgolla

Nada más cruzar el arroyo abandonamos la carretera, la cual se dirige hacia el pueblo de Fontecha, y nos dirigimos por una pista pedregosa a nuestra izquierda cruzando una portilla.

Portilla a atravesar

Portilla a atravesar

Al poco de atravesar la portilla e iniciar un ligero ascenso nos encontramos a nuestra derecha del camino una pequeña traída de aguas, la cual dejamos atrás.

Traída de aguas

Traída de aguas

Caminamos siguiendo el curso del arroyo de la Gorgolla hasta llegar a un desvío muy marcado hacia nuestra derecha, el cual se encuentra un poco antes de una pequeña bifurcación del arroyo en una pequeña vaguada. Cogimos ese desvío y en este punto es cuando empezamos a echar en falta las típicas marcas de los pequeños recorridos, ya que no vimos ni una en todo el camino. Como no llevábamos el track de la ruta en el GPS y no teníamos mucha información de la ruta decidimos continuar por este desvío sin coger uno que ascendía en zig-zag.

Punto donde dudamos el camino a coger

Punto donde dudamos el camino a coger

Aquí es donde cometimos la primera de las equivocaciones de la ruta, pero claro, no siempre vamos a acertar a la primera, alguna vez nos tenemos que equivocar. Así que comenzamos a caminar por este senderillo el cual se dirigía hacia un pinar, en concreto el Pinar de Hontanares.

Dirigiéndonos hacia el Pinar de Hontanares

Dirigiéndonos hacia el Pinar de Hontanares

Ya veíamos cerca el pinar de Hontanares y empezábamos a pensar que este no debía ser el camino correcto pero seguimos un poco más adelante para ver si se aclaraba un poco el camino.

Entrando en el Pinar de Hontanares

Entrando en el Pinar de Hontanares

Entramos en el pinar por la vaguada del Arroyo de San Juan y empezamos a ascender ligeramente, pero cada vez se iba cerrando más el bosque y ya decidimos que nos habíamos equivocado de camino y que lo más correcto sería regresar para atrás ya que de seguir para adelante podríamos llegar a un punto del que no podríamos pasar, aunque igual llegásemos al mismo sitio.

Punto en el pinar en que decidimos dar marcha atrás.

Punto en el pinar en que decidimos dar marcha atrás.

Así que volvimos a caminar por encima de nuestras pisadas y nos dirigimos de nuevo hacia el punto en el que tuvimos la primera duda. Una vez en el punto donde dudamos por donde seguir, después de andar 1.800 metros y 38 minutos de más, miramos de nuevo el plano, hicimos una pequeña incursión buscando un sendero apropiado y al final decidimos seguir un sendero cubierto de hierba que se dirigía hacia arriba siguiendo más o menos la vaguada del arroyo Gorgolla.

Regresando hacia punto donde dudamos

Cogiendo el camino correcto

 Al poco de meternos por este nuevo sendero ya pudimos ver que esta vez, sí íbamos por el camino correcto, ya que se dirigía claramente hacia la zona alta, donde teóricamente se encontraba El Ropero. Seguimos por este sendero herboso y después de una fuerte curva hacia la derecha y otra hacia la izquierda en dirección norte nos encontramos en una braña, en la que se puede ver el Bosque de Hontanares a la derecha, por el que nos habíamos intentado meter, y ya al norte un gran nevero.

Braña en ascenso con nevero de Braña Juncosa

Braña en ascenso con nevero al fondo y pinar de Hontanares a la derecha

En este punto el sendero desaparece bajo la hierba y tenemos que ir ascendiendo atravesando la braña en dirección hacia una fuente y los restos de una vieja cabaña. Desde esta braña se tiene una magnífica vista del Cueto Caminos (1.404 m.), el cual se encuentra justo sobre el pueblos del cual partimos en esta ruta, Camino.

Cueto Caminos

Cueto Caminos

 Al cabo de un rato de ir caminando por la braña llegamos a la fuente del Cura la cual se encuentra justo en mitad de la braña y un poco más atrás se encuentran los restos de lo que fue una cabaña.

Fuente del Cura con restos de cabaña al fondo

Fuente del Cura con restos de cabaña al fondo

Continuamos en ligero ascenso para encontrar de nuevo el sendero. Primero dejamos a nuestra izquierda los restos de una nave para guarecerse el ganado en los fríos inviernos, el cual se encuentra totalmente destruido por el paso del tiempo y de las malas condiciones meteorológicas.

Restos de nave para el ganado

Restos de nave para el ganado

Una vez que encontramos de nuevo el sendero, el cual no debe de llevar mucho tiempo construido, ya que en los mapas del IGN y en los libros donde habíamos visto las rutas no aparecía este sendero que nos dirige hacia la cima y ponía que teníamos que atravesar una zona de escobales. Además se ve que en el borde del camino todavía no ha sido cubierto por la vegetación. Al borde del camino encontramos los restos de otra fuente.

Fuente al borde del camino

Lo que fue una fuente al borde del camino

Continuamos el ascenso por esta bien marcada y cómoda pista en dirección a nuestro objetivo El Ropero.

Continuamos ascendiendo por pista nueva

Continuamos ascendiendo por pista nueva

Continuando por esta pista llega un momento que nos encontramos una alambrada, la cual tenemos que atravesar y que se encuentra en mitad del camino, esta es una alambrada de separación entre valles, aun lado se encuentra el valle de Campoo y al otro el valle de Fuentes.

Alambrada en mitad del camino

Alambrada en mitad del camino

Ahora justo a nuestra derecha se encuentra uno de los neveros más importantes de la zona. Este se puede encontrar durante caso las tres cuartas partes del año y puede tener un par de metros de nieve en las grandes nevadas, se trata del nevero de Braña Juncosa. Atravesamos la alambrada y nos dirigimos hacia el collado. Justo después de atravesar la alambrada nos encontramos otra de las muchas fuentes que nos encontramos en el camino.

Otra de las fuentes en el borde del camino

Otra de las fuentes en el borde del camino

Ya estábamos llegando al collado cuando se nos echó encima una densa niebla que iba a dificultar nuestra marcha y sobre todo las bonitas vistas a las que no íbamos a poder tener acceso.

llegando al collado se nos echó la niebla

Llegando al collado se nos echó la niebla

Una vez en el collado, ya totalmente cubierto de niebla y por tanto con poca visibilidad, nos encontramos un cruce, a la izquierda se dirige hacia el Alto de la Cruz de Fuentes y hacia la derecha, que es el camino que nosotros tomamos hacia la cima del Ropero.

Cruce en Collado

Cruce en Collado

La niebla era tan densa, que estando ya junto al Ropero, no éramos capaces de ver la cima, así que ni cortos ni perezosos nos decidimos a salirnos del sendero, el cual retomaríamos posteriormente en dirección a la cima.

En dirección a la cima, pero sin verla.

En dirección a la cima, pero sin verla.

 Al poco de desviarnos de la pista y de andar entre la niebla nos fue apareciendo la cima del Ropero (1.492 m.) con su punto geodésico característico. Allí coincidimos con otros dos senderistas que habían ascendido desde otro punto y que nos recomendaron que bajásemos por el mismo camino ya que la niebla era muy traicionera y nos podíamos perder. Nosotros no teníamos problemas ya que íbamos grabando el track en el GPS y por tanto sólo tendríamos que dar el «go back» y nos llevaría hacia nuestro punto de partida.

Cima del Ropero (1.492 m.)

Cima del Ropero (1.492 m.)

Desde este punto, a pesar de ser una altura moderada, tendríamos que haber tenido unas maravillosas vistas de los cuatro puntos cardinales, al oeste se verían los picos de Europa, las montañas de Sejos y de Alto Campoo, hacia el norte el Valle de Cabuérniga y hasta la ciudad de Santander, hacia el este las montañas montañas pasiegas y hacia el sur la zona de Reinosa, incluso en días muy despejados se pueden divisar las montañas de Vizcaya, La Rioja, Burgos y Palencia, pero bueno nosotros no pudimos ver nada de esto por culpa de la densa niebla. Nos volvimos a la pista que poco antes habíamos abandonado

Regresando a pista principal

Regresando a pista principal

y la cogimos hacia nuestra derecha en dirección norte avanzando por lo alto de una loma que deja a la izquierda el valle de Fuentes, el cual se llama así porque el río que lo atraviesa es el río Fuentes, con sus múltiples arroyos que lo nutren, y a la derecha el valle del río Hormigas, los cuales se van a juntar en el famoso Pozo de la Arbencia formando el río Argonza, uno de los afluentes más importantes del río Saja.

Valle de Fuentes entre la niebla

Valle de Fuentes entre la niebla

Pronto iniciamos un ligero descenso que nos va a llevar a un pequeño refugio de montaña en un lugar llamado Peña Enhiesta.

Refugio de montaña en Peña Enhiesta

Refugio de montaña en Peña Enhiesta

Continuamos caminando por la loma, dejando todo el rato a nuestra derecha la alambrada que separa las los terrenos de Campoo de Suso y Campoo de Enmedio. Si siguiésemos por esta loma podríamos llegar hasta el pozo de la Arbencia, uno de nuestros destinos en una ruta que hicimos desde Bárcena Mayor, es más en esta zona nos encontramos a un ciclista haciendo Mountain bike que se dirigía hacia este punto.  Nosotros nos desviamos hacia la derecha y cruzamos la alambrada.

Cruzando la alambrada

Cruzando la alambrada

Continuamos caminando, siguiendo una cambera escondida entre la maleza y que nos dirigía hacia el río Hormigas. El camino estaba bastante escondido y daba lugar a confusión, es más, en más de una ocasión nos encontramos un poco perdidos, parecía que tendríamos que cruzar otra vez la alambrada, bajar al río Hormigas, pero al final encontramos, tras una marcada curva a la derecha, de nuevo la cambera. Nos encontrábamos en el bosque del Sel del Maestro.

Robledal en Sel del Maestro

Robledal en Sel del Maestro

Aquí volvimos a encontrar una senda, la cual seguimos, intentando buscar una cabaña que sabíamos que tenía que estar por esta zona.

Por el sendero buscando la cabaña

Por el sendero buscando la cabaña

Al poco rato dimos con ella, se encontraba entre arbolado diverso, en un sitio de los que merece la pena visitar.

Cabaña en mitad del bosque

Cabaña en mitad del bosque

Allí paramos a descansar y comernos nuestro merecido bocadillo en unas piedras que estaban a la entrada de la cabaña y que parecían que estaban colocadas como sillas y mesas . Se trata de la cabaña de Fontecha.

Cabaña de Fontecha

Cabaña de Fontecha

Después de un merecido descanso comenzó nuestro gran error de la jornada, en vez de regresar hacia atrás por el sendero que habíamos encontrado para dirigirnos hacia la cabaña, cogimos y campo a través nos dirigimos hacia el collado de Fontecha. Grave error, si hubiésemos investigado un poco habríamos encontrado una pista  que nos hubiese llevado directamente hasta este punto. A veces es mejor parar, mirar planos y pensar un poco.

Cuáles fueron las consecuencias de este error, primero algo que podríamos decir que fue bueno, nos encontramos vistas incomparables, una cabaña, arroyos,… pero cual fue lo peor que al no haber camino tuvimos que ir campo a través, primero por senderos dejado por los animales,

Sendero hecho por el ganado

Sendero hecho por el ganado

Tuvimos que atravesar un par de arroyos que surten al río Hormigas y que se encontraban rodeados de vegetación, uno de ellos el canal de Fuente Berros

Uno de los arroyos

Uno de los arroyos

Zona en la que era prácticamente imposible caminar ya que estaba totalmente cubierto de escobas y brezos, incluso en alguna de estas zonas mi perro Otto, que está acostumbrado a caminar, no pudo avanzar porque se quedaba trabado el pelo en esta maleza.

Zona de escobas y brezos

Zona de escobas y brezos

Pero como comenté anteriormente también hubo cosas agradables, un bonito acebal junto a una braña,

Acebal

Acebal

Una cabaña derruida en la braña de Fontecha

Cabaña en braña de Fontecha

Cabaña en braña de Fontecha

Bueno al final después de atravesar el acebal, la braña de Fontecha, la zona de escobas, arroyos,… alcanzamos un sendero que podía ser que nos llevase al collado de Fontecha, el problema, de nuevo la niebla se nos echó encima.

Un sendero que parecía el correcto

Un sendero que parecía el correcto

Siguiendo por este sendero y entre la niebla nos apareció de nuevo una alambrada y justo en ese momento ya nos encontramos en el collado de Fontecha y con la pista que teníamos que haber cogido en la cabaña de Fontecha.

Llegando a Collado de Fontecha

Llegando a Collado de Fontecha

Aquí ya cogimos la pista principal que se dirigía hacia la izquierda y ya no hubo pérdida. Qué fácil habría sido haber seguido el sendero correcto, pero bueno, no siempre vamos a acertar. Además también tiene sus ventajas no seguir el camino correcto, desarrollas tu instinto de orientación, trabajo en grupo (aunque con alguna discusión), es bueno para la circulación sanguínea (sacamos las piernas llenas de marcas por los brezos que reactiva la circulación) y sobre todo un buen ambiente de compañerismo (aunque con pequeñas rencillas, pero con muchas risas).

Pista hacia Fontecha

Pista hacia Fontecha

Desde la pista principal se tenía un gran vista del pueblo de Reinosa

Reinosa al fondo

Reinosa al fondo

También junto a la pista nos encontramos otra nave para el ganado totalmente destruida

Nave destruida

Nave destruida

Y ya después de una buena tirada nos encontrábamos encima del pueblo de Fontecha

Pueblo de Fontecha

Pueblo de Fontecha

Continuamos por la pista principal descendiendo en dirección al pueblo de Fontecha. Ya en el pueblo, hasta el que no hay pérdida, nos dirigimos a una pequeña plazuela en la que hay un restaurante, dejamos este a nuestra izquierda y salimos del pueblo por una calleja de la que salen varias pistas, la segunda a la derecha, bastante llana nos guiará hasta el pueblo de Camino. También podríamos coger otra calleja cualquiera que se dirija hacia la derecha y nos llevaría hacia la misma pista.

Callejas en Fontecha

Callejas en Fontecha

Una vez cogida la pista principal ya no hay pérdida y nos dirige rápidamente hacia el pueblo de Camino.

Pista hacia Camino

Pista hacia Camino

Ya en Camino nos refrescamos un poco en la fuente y me llevé una gran sorpresa cuando una campurriana con una niña pequeña en brazos se me acercó a saludarme. Esta chica, Tamara, había sido alumna mía años atrás y hacía mucho tiempo que no la veía y me sorprendió mucho verla allí y sobre todo con la pequeña campurriana, que me parece que se llamaba Jimena, en sus brazos. Me encuentro alumnos en cualquier parte pero en estos pueblos tan remotos me parecía imposible, aunque claro ella era de este pueblo.

Para ver la ruta en Google Earth pinchar sobre la imagen

 

Ruta en Google Earth

Ruta en Google Earth

Curva de altura en función del tiempo de marcha

Curva altura-tiempo

Curva altura-tiempo

Ruta Camino – El Ropero – Sel del Maestro – Fontecha -Camino
Distancia Total Ruta circular de 20,75 km. Hicimos casi 2 km. De más por las confusiones.
Duración Total El recorrido lo hicimos en 7 horas, haciendo una parada de aproximadamente 45 minutos. Sería menos tiempo si no nos hubiésemos confundido.
Dificultad La dificultad de la ruta es media, la endureció un poco el último que hicimos campo através.
Desnivel El desnivel es de aproximadamente 425 m., con un desnivel acumulado de 1.180 m.
Tipo de camino Hay tramos de pista, sendero, camberas y campo a través.
Agua potable Encontramos varias fuentes para el ganado pero desconozco la potabilidad.
Época recomendada En cualquier época del año excepto en invierno ya que estará cubierto de nieve. Hay que tener cuidado si hay niebla, que debe ser frecuente.
Cartografía y Bibliografía Hoja 83-III (Reinosa) a escala 1:25.000 del Instituto Geográfico Nacional. Ruta nº 2 del libro de Ramón García, «Las montañas del Valle de Campoo”
Track GPS Enlace a track para GPS en Wikiloc

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El día 20 de Abril nos juntamos tres amigos senderistas para hacer una ruta por las montañas de Cantabria. En este caso esta salida al monte tenía una doble intención, en primer lugar y principal el de siempre pasar un buen día en la montaña, disfrutando del tiempo las vistas y la compañía, olvidándonos un poco del quehacer diario y en segundo lugar el tomar imágenes de la zona que íbamos a visitar, tanto en fotografía como en vídeo para poder participar en un concurso organizado por «Ruido interno«, los cuales desarrollan su actividad en el campo de la gestión, realización, producción y fomento de actividades escénicas y audiovisuales. En esta ocasión han organizado el I concurso vídeo-fotográfico  «Miradas sobre el Nansa», si os animáis a participar podéis ver las bases pinchando en la imagen del díptico.

Díptico concurso "Miradas sobre el Nansa"

Díptico concurso «Miradas sobre el Nansa»

Una vez concedidos los premios a los mejores vídeos y las mejores fotografías ya podemos publicar nuestro vídeo, que no resultó finalista, para que podáis disfrutar de él. Para ver el vídeo pinchar aquí.

Para ver las fotografías que presentamos podéis verlas en el siguiente enlace, pinchar aquí.

Como bien habéis podido observar por lo anteriormente mencionado la ruta que íbamos a realizar sería por la zona del Nansa, y más concretamente cerca de su lugar de nacimiento en El pico Tres Mares, la cual es la única montaña de España en la que nacen tres ríos distintos que van a tres mares distintos: el que nos atañe, el Nansa que desemboca en el mar Cantábrico, un afluente del río Pisuerga, que uniéndose al Duero desemboca en el Atlántico y el río Híjar, que se une al Ebro en Reinosa y que desemboca por tanto en el Mediterráneo. En concreto el objetivo que teníamos marcado era el ascenso desde el mirador de Piedraluenguas (1.355 m) hasta Peña Labra (2.029m.), montaña singular, por su perfil, de Cantabria.

Peña Labra

Peña Labra

Para ello partimos de Santander a primera hora de la mañana con dirección a Unquera, cogiendo el desvío en la autovía que, remontando el río Nansa, nos dirige hacia Puentenansa. Una vez en Puentenansa cogimos la carretera que se dirige al Valle de Polaciones, pasando cerca de Cosío, Sarceda, Tudanca, la presa de la Cohilla (entre Peña el Potro y Peña Bejo) junto a su embalse, donde pudimos hacer una magnífica fotografía del embalse con Peña Labra al fondo.

Embalse de la Cohilla con Peña Labra al fondo.

Embalse de la Cohilla con Peña Labra al fondo.

Continuamos carretera arriba pasando cerca de La Laguna, Pejanda, Santa Eulalia, algunos de los nueve pueblos, con sus únicamente 252 habitantes (datos 2012) que forman el Valle de Polaciones. También pasamos cerca de uno de los pueblos que se encuentran a mayor altitud de todo Cantabria, Cotillos, a una altitud de 1.143 metros sobre el nivel del mar, lo que hace de este lugar el tercer pueblo más alto de Cantabria, sólo superado por Candenosa (1.150 m.) y Mediadoro (1.150 m.), ambos en Valdeprado del Río. En este último tramo de carretera paramos a realizar unas fotografías de los alrededores, destacando dos de ellas, la primera en la que se puede ver nuestro destino final, Peña Labra, unida a la Sierra del Cordel.

Peña Labra y Sierra del Hijar sobre embalse de la Cohilla

Peña Labra y Sierra del Cordel sobre embalse de la Cohilla

Y otra de las mismas cimas pero desde otra perspectiva, lo cual da la sensación de ser otra montaña distinta.

Peña Labra desde otra perspectiva con Sierra del Cordel

Peña Labra desde otra perspectiva con Sierra del Cordel

Una vez que atravesamos el último pueblo, Pejanda, ya que los otros quedaban separados de la carretera principal, nos dirigimos hacia el puerto de Piedrasluengas, el cual es unos de los pasos entre Cantabria y Castilla-León. En concreto une los pueblos de Potes y Cervera de Pisuerga. El origen de su nombre parece que procede de Luengo, del latín longus, que significa vasto o grande, por lo que se puede interpretar «de piedras grandes».  La carretera está jalonada por antiguas ventas para servicio de los viajeros, como la Venta Morena, la de la Campa, la Venta Urbaneja, la de las Cortes y la Venta Pepín, algunas de las cuales todavía funcionan como restaurantes. En este ascenso nos encontramos cuatro miradores que permiten vistas panorámicas sobre los Picos de Europa y Peña Labra. El primero de ellos el de «La Cruz de Cabezuela» (1.140 m.), en el cual destaca un llamativo monumento conocido con el nombre de «Encuentro de Purriego y Lebaniego«, obra del escultor Salvador G. Ceballos que representa el encuentro entre dos vecinos, el «Purriego», gentilicio de los vecinos de Polaciones y un «Lebaniego», gentilicio de los vecinos del Valle de Liébana, ya que es esta la carretera que une las dos poblaciones.

Encuentro entre un Purriego y un Lebaniego

Encuentro entre un Purriego y un Lebaniego

otro de los miradores es el del Zorro (1.160 m); otro es el del jabalí (1.198 m) y por último el mirador de Piedrasluengas (1.354 m), lugar donde comenzará nuestra ruta y donde dejamos aparcado el coche en un lugar habilitado para ello. Este mirador está situado en el monte Hoyo Espedroso en la divisoria de aguas de la Cordillera Cantábrica.

Mirador de Piedrasluengas

Mirador de Piedrasluengas

Desde este espectacular mirador de madera se tienen unas magníficas vistas de nuestro destino final, Peña Labra, en cuyas laderas tiene sus fuentes el río Buyón, que desciende hacia Liébana formando un angosto valle en forma de V (Valle de Valdeprado). El Buyón afluye al río Deva muy cerca de las estribaciones calizas de los Picos de Europa

Peña Labra desde mirador de Piedrasluengas

Peña Labra desde mirador de Piedrasluengas

el Macizo Oriental de los Picos de Europa, en el que destacan las cimas más singulares, Samelar (2.227 m.), San Carlos o Sagrado Corazón (2.212 m.), Lechugales (2.441 m.), Pico Cortés (2.370 m.), La Viorna (1.151 m.),… así como parte del Macizo Central en el que destaca Peña Vieja (2.619 m.) y Llambrión (2.642 m.), destacando sobre el Valle de Valdeprado,

Macizo Oriental y Central de Picos de Europa desde mirador de Piedrasluengas

Macizo Oriental y Central de Picos de Europa desde mirador de Piedrasluengas

así como la Sierra de Peña Sagra, en la que destacan Cueto Cucón (1.956 m.), Mesa Becejo (1.939 m.), La Yuncá (1.975 m.), Coteruco Alto (1.391 m.), El Cornón (2.047 m.), Pico Milano (1.391 m.), Cuetos del Agua (1.522 m.),…, sobre el Valle de Polaciones

Sierra de Peña Sagra desde mirador de Piedras Luengas

Sierra de Peña Sagra desde mirador de Piedras Luengas

En este mirador nos encontramos a un lugareño que con mirada melancólica había subido a despedirse de sus montañas para ir a ganarse la vida a lugares más lejanos, en este caso a Lima (Perú) donde trabajaba para Repsol. Nos dijo que aunque en Perú la montaña era impresionante no se podía comparar, a nivel sentimental, con estos paisajes. Una vez acabada la conversación con este «Paisanuco» iniciamos nuestro camino de ascenso hacia nuestro destino final, Peña Labra.

Para descargar el track para GPS desde Wikiloc pinchar aquí: (hay que registrarse en Wikiloc)

Para ver el vídeo del bono-ruta realizado por uno de los senderistas pinchar aquí:

Para ello cruzamos la carretera y nos dirigimos a lo que podía ser el inicio de una pista.

Inicio de la ruta

Inicio de la ruta

Nada más comenzar a caminar lo primero que vemos es que vamos a tener un poco complicado seguir el sendero, ya que hay tramos que están cubiertos por una capa de nieve, pero al principio más o menos se podía distinguir, y lo que hicimos fue seguirlo atravesando primero un vallado.

Atravesando el vallado por portilla

Atravesando el vallado por portilla

Después de cerrar de nuevo la portilla nos dirigimos en dirección a una cabaña que se encontraba junto el sendero y que se encontraba bajo unas grandes piedras, que son algunas de las que deben dar nombre a este lugar Piedrasluengas, «Piedras grandes«.

Cabaña bajo "piedras grandes"

Cabaña bajo «piedras grandes»

Nos dirigimos hacia la cabaña y dejamos las «piedras grandes» a nuestra derecha, intentando buscar la dirección correcta hacia nuestro destino.

Piedrasluengas o "Piedras grandes"

Piedrasluengas o «Piedras grandes«

La verdad que en esta ruta era difícil perderse ya que siempre teníamos como referencia el punto final, lo único era buscar el camino más cómodo y directo para llegar a él y eso, como pudimos comprobar posteriormente, ya no fue tan fácil.

Al fondo Peña Labra

Al fondo Peña Labra

Para ello una vez pasadas estas piedras, nos dirigimos, dirección este, hacia una vaguada que, hacia abajo, desembocaba en unas construcciones abandonadas en la carretera, poco antes del puerto. Cogimos esa vaguada hacia arriba siguiendo una tendido eléctrico y que se dirigía a un pequeño collado.

Siguiendo tendido eléctrico abandonado

Siguiendo tendido eléctrico abandonado

Siguiendo ese tendido eléctrico, pudimos comprobar cómo este, el cual se dirigía hacia una peña  junto al collado, en la que destacaba una caseta y una antena, se encontraba totalmente abandonado y es más, llegaba un momento en el que los postes de madera, debido a las inclemencia del tiempo, se encontraban tirados en mitad del prado con los cables de aluminio dispersos por el campo. Es una pena, que este entorno tan espectacular, se encuentre «ensuciado» por estos elementos. Pensamos en hacer una fotografía para presentar una denuncia en la prensa de Cantabria, pero nos dimos cuenta que esa zona pertenece a la Comunidad de Castilla-León, así que es a ellos a los que corresponde su eliminación. Aún así hicimos una foto para que sirva de denuncia y para ver si alguien se digna a retirar estos cientos de metros de cable de aluminio que no creo que sirvan para nada ya que están tirados por el prado. No me extrañaría que pasara un chatarrero por esta zona y se lo llevase, igual alguien se lo agradecería.

Tendido eléctrico abandonado y al fondo peña con antena

Tendido eléctrico abandonado y al fondo peña con antena

Al llegar al collado, a los treinta minutos de haber iniciado nuestra caminata, vimos una imagen de un monte, bastante cercano que destacaba sobre los demás, era la Peña Abismo (1.735 m.) o Peña Vismo, una de las cimas características de la montaña Palentina.

Peña Abismo

Peña Abismo

Al llegar a este collado nos dirigimos siguiendo un pequeño sendero, dirección nordeste, hacia una pequeñas peñas para pasarlas por detrás, ya que si continuábamos recto nos bajábamos hacia la vaguada y luego el ascenso, atravesando un gran nevero, sería muy complicado.

Sendero hacia unas peñas

Sendero hacia unas peñas

Una vez pasadas estas peñas seguimos por este senderuco y cuando tuvimos una clara vista del muro de Peña Labra, cambiamos de rumbo hacia el este y nos dirigimos hacia una braña en la que había unos caballos, así como un bebedero para el ganado.

Braña a los pies del muro de Peña Labra

Braña a los pies del muro de Peña Labra

Hasta este punto llevábamos caminando unos 40 minutos, aproximadamente 2 km. Aquí es donde empezaba la principal dificultad del camino, ya que, aunque habíamos oído que el camino estaba muy bien marcado mediante hitos, nosotros no encontramos ninguno hasta que no habíamos ascendido bastante. Luego en el camino de descenso ya vimos el camino correcto y la verdad que sí había hitos cada pocos metros. Comenzamos el ascenso para acercarnos lo más posible hasta el muro de Peña labra, para ello nos dirigimos hacia la parte derecha del muro intentando ir por el borde de un nevero y entre escobas. La vista de Peña Labra nevada era impresionante.

Peña Labra en el ascenso

Peña Labra en el ascenso

Al ir por el nevero hubo un momento que la cosa se complicó un poco y decidimos ponernos las raquetas de nieve ya que nos hundíamos y sobre todo patinábamos mucho sobre esa ladera nevada. A medida que nos acercábamos pudimos ver una especie de paso hacia la cima, por la que en Internet hemos visto que hay gente que acomete el ascenso, pero siempre y cuando no estuviese cubierto de nieve como era el caso de hoy.

Paso hacia la cima de Peña Labra

Paso hacia la cima de Peña Labra

Este tramo estaba resultando bastante complicado, ya que al ir entre escobas nos íbamos trabando constantemente y dificultaban bastante la marcha. Había tramos en los que encontrábamos hitos y los íbamos siguiendo ya que era un camino más cómodo, pero en otros momentos perdíamos esas marcas y otra vez a batallar con las escobas y la nieve. Lo único que en el camino encontramos bonitas estampas, típicas de otra época del año y no de la primavera en la que nos encontramos.

Imagen invernal de la vegetación

Imagen invernal de la vegetación

Continuamos el incómodo ascenso entre escobas, brezos, nieve y por unos pasos muy llamativos como este entre dos rocas de piedras conglomeradas, con una imagen de Peña Labra entre ambas.

Paso entre Rocas de piedra conglomerada

Paso entre Rocas de piedra conglomerada

Ya casi estábamos arriba del todo al pie de la muralla y la imagen de ese paso entre el muro era bastante más clara.

Paso a la cima de Peña Labra

Paso a la cima de Peña Labra

Ahora ya caminábamos paralelos al muro y después de salvar algunos pasos entre grandes rocas tuvimos una bonita imagen de la Sierra de Hijar, con Pico Tres Mares, El Cuchillón y Valdecebollas entre las escobas nevadas.

Sierra de Hijar

Sierra de Hijar

Ahora sí que llegaba el tramo más complicado y peligroso del recorrido, es más si no hubiésemos tenido raquetas nos hubiese sido imposible continuar nuestro recorrido ya que había mucha pendiente y la nieve estaba bastante complicada, aunque al ponernos las raquetas estas se clavaban al suelo e impedían que resbalásemos, así todo tuvimos que tener mucha precaución, ya que lo primero es la seguridad. Este nevero se encontraba sobre la vaguada del arroyo Vado, el cual lógicamente no se veía.

Pendiente bastante complicada

Pendiente bastante complicada

Continuamos atravesando este ancho nevero y nos dirigíamos hacia un collado entre Pico Tres mares y Peña Labra, el cual se conoce con el nombre Portillo de Juan Clara. Desde aquí las vistas eran maravillosas. Aproveché para hacer una panorámica en la que se podía ver el Cornón (2.125 m.) de la Sierra del Cordel, Pico Tres mares (2.171 m.), Cuchillón (2.174 m.) o Peña del Pando o Canchal de la Muela, estos dos últimos de la Sierra del Hijar, al fondo también se veía Valdecebollas (2.143 m.) esta última de la montaña Palentina. Para ver esta panorámica pinchar en el siguiente enlace: Panorámica Cornón, Tres Mares, Cuchillón y Valdecebollas.

Cornón, Tres mares, Cuchillón y Valdecebollas

Cornón, Tres mares, Cuchillón y Valdecebollas

Una vez en lo alto del collado nos dirigimos, dirección noroeste hacia la cima de Peña Labra. El camino estaba bastante complicado e incluso nos planteamos el no continuar ya que estaba todo cubierto de nieve y en algunos tramos era nieve muy dura, casi hielo, pero encontramos un camino que estaba algo mejor y nos decidimos llegar hasta el final. En este último ascenso pudimos ver una vista de uno de los picos que ascendimos hace tiempo, en concreto el Cueto Concilla (1.927 m.)

Cueto Concilla

Cueto Concilla

Así como una vista del Valle de Polaciones con algunos de sus nueve pueblos, el embalse de la Cohilla y la Sierra de Peña Sagra, en la que destacaba el otro Cornón (2.047 m.).

Valle de Polaciones, embalse de la Cohilla y Sierra de Peña Sagra

Valle de Polaciones, embalse de la Cohilla y Sierra de Peña Sagra

Aquí ya comenzamos a ir cresteando al borde del gran muro y dirigiéndonos al punto geodésico que marcaba el punto más alto de Peña Labra.

Cresteando hacia punto geodésico

Cresteando hacia el punto geodésico

Antes de llegar al punto geodésico nos encontramos una cruz en la que había un buzón y que marcaba la cima del Peña Labra con una altitud de 2.018 m. y que fue colocada en el año 1962 por un montañero de Barruelo. Aunque esta parece ser que no es realmente la cima, la cual se encuentra un poco más adelante en un punto geodésico.

Cruz en cima de Peña Labra

Cruz en cima de Peña Labra

La vista desde aquí arriba era impresionante y bastante peligrosa por lo que no nos asomamos mucho, ya que al haber nieve no teníamos muy claro que había debajo. Nos dirigimos hasta el punto geodésico, no sin antes pasar por la abertura que habíamos visto anteriormente desde abajo.

Paso en la Sierra de Peña Labra

Paso en la Sierra de Peña Labra

En este paso había unas plantas totalmente cubiertas por una capa de hielo y típica de una postal navideña.

Típica imagen navideña

Típica imagen navideña

Al final, al cabo de 2 horas y media de recorrido y de un desnivel de 675 m. y un desnivel acumulado de 750 m., llegamos a nuestro destino final, Peña Labra (2.029 m.), con su punto geodésico cubierto de hielo.

Punto geodésico en Peña Labra

Punto geodésico en Peña Labra

Así como otro buzón, el cual costaba encontrar ya que estaba cubierto de una capa de nieve, es más tuvimos que buscarlo entre la nieve.

Buzón junto a punto geodésico

Buzón junto a punto geodésico

En este punto aproveché para realizar una panorámica de 360º en la que se podían contemplar todos los montes de alrededor, Peña Sagra, Picos de Europa, Montaña Palentina, Sierra de Peña Labra, Sierra del Cordel,… Para disfrutar de  esta panorámica pinchar en este enlace: Panorámica de 360º desde Peña Labra

Panorámica de 360º desde Peña Labra

Panorámica de 360º desde Peña Labra

Así como una fotografía de nuestro grupo con el Cornón de fondo.

Grupo de senderistas con Cornón al fondo

Grupo de senderistas con Cornón al fondo

Una vez realizadas las fotografías iniciamos el descenso hacia nuestro punto de partida por el mismo camino que utilizamos en la subida, aunque con alguna pequeña variación tal y como se puede apreciar en el track del GPS. Las tres variaciones fueron la primera que en el descenso encontramos más hitos hasta llegar a la braña y por tanto el descenso fue más sencillo, la segunda que al llegar a la braña nos asomamos hasta la vaguada y que en el último tramo, donde el tendido eléctrico, seguimos por la vaguada hasta más abajo.

Braña en la que paramos a comer

Braña en la que paramos a comer

En la braña aprovechamos para comer, limpiar las raquetas en el bebedero para el ganado, hacer una pequeña siesta y para hacer una magnífica postal de los Picos de Europa, en la que he intentado poner el nombre de los picos más característicos. Si se quiere disfrutar de la panorámica pinchar en el enlace: panorámica de los Picos de Europa.

Panorámica de Picos de Europa

Panorámica de Picos de Europa

Después de casi 5 horas y media llegamos de nuevo al mirador de Piedrasluengas, nos cambiamos de calzado y ropa y nos dirigimos a visitar algunos lugares típicos del Nansa, como La Cruz de Cabezuela donde vimos la escultura anteriormente citada, Pejanda donde paramos en el bar del pueblo a tomar algo, Santa Eulalia donde vimos la iglesia, Tudanca donde estuvimos en la Casona, en la desembocadura del Nansa y finalmente en Unquera donde degustamos las típicas corbatas de hojaldre. En resumen un día impresionante en cuanto a los paisajes, el tiempo y sobre todo la compañía, con la única excepción de que no tuvimos la precaución de ponernos crema solar y al día siguiente aparecimos todos con la cara quemada por el sol y la nieve.

Para ver la imagen en Wikiloc pinchar sobre la imagen.

Imagen de la ruta en Google Earth

Imagen de la ruta en Google Earth

Curva de distancia-altura

Curva de altura-distancia

Curva de altura-distancia

Mirador de Piedrasluengas – Peña Labra – Piedrasluengas
Distancia Total Ruta de ida y vuelta por el mismo camino de 8,5 km
Duración Total El recorrido lo hicimos en 5 horas y media, pero estuvimos casi una hora entre la comida, fotos, descansos,…
Dificultad La dificultad de la ruta es media, sobre todo por culpa de la nieve, sin ella sería mucho más sencilla.
Desnivel El desnivel es de aproximadamente 675 m. y un desnivel acumulado de 750 m.
Tipo de camino Todo el recorrido campo a través sobre escobas, brezos y nieve (tuvimos que usar raquetas)
Agua potable Hay un bebedero al poco de empezar, pero ninguna fuente.
Época recomendada Para no tener la dificultad de la nieve habría que hacerla en primavera-verano.
Cartografía y Bibliografía Hoja 82-III a escala 1:25.000 (Valdeprado) del Instituto Geográfico Nacional.
Track GPS Enlace a track para GPS en Wikiloc

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