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Posts Tagged ‘Jou de la Collá’


El sábado 14 de Mayo nos juntamos 5 senderistas, en esta ocasión trajimos a una nueva incorporación, para hacer una ruta de senderismo de cara a la preparación de la próxima ruta de los 10.000 del Soplao. Como la semana pasada habíamos realizado una por la zona de Barcenillas, en esta ocasión íbamos a realizar uno de los tramos que tendríamos que hacer el sábado que viene y además es un tramo que cambia con respecto al recorrido del año pasado.

Como lo que íbamos a hacer es un tramo del recorrido de este año de los 10.000 del Soplao teníamos la dificultad de que teníamos que hacerla circular, así que coincidiríamos en un tramo pero el resto tendríamos que buscar un camino de regreso.

Para ello nos dirigimos hacia la campa de Ucieda. Ya allí, junto al bar, dejamos el coche y en ese punto es donde iniciaríamos nuestro recorrido. En este punto es donde se realiza el primer avituallamiento en la ruta de los 10.000 del Soplao, después de casi 18 km caminando. Nosotros seguiríamos el recorrido que se va a realizar el día de la carrera desde este punto, la Campa de Ucieda, hasta un poco más delante de la cima del Toral, lugar donde buscaremos un camino para regresar a la campa de Ucieda.

Inicio en Campa de Ucieda

Inicio en Campa de Ucieda

Así que después de preparar las mochilas y el calzado iniciamos nuestro camino. Las perspectivas del tiempo no eran muy buenas así que además de la carga habitual también metimos en nuestra mochila un chubasquero, el cual luego fue necesario.

Para descargar el track para GPS desde Wikiloc pinchar aquí: (hay que registrarse en Wikiloc)

También se puede disfrutar de algunas de las fotos que hicimos en el recorrido y que están recogidas en el siguiente vídeo realizado por uno de los senderistas.

Justo en la campa de Ucieda está La Casa del Monte, lugar en el que comenzamos nuestra caminata, justo en la pista que se encuentra junto a ella. A los pocos metros, antes de cruzar el primer puente sobre el río Bayones encontramos, a nuestra derecha, un sendero que se dirige a una cabaña.

Desvío hacia la derecha antes del puente

Desvío hacia la derecha antes del puente

Cogemos este sendero que se dirige hacia la cabaña.

Sendero junto a a cabaña

Sendero junto a a cabaña

Nada más pasar la cabaña seguimos un sendero que es bastante pindio y que para estar nada más comenzar a caminar nos resulta un poco durillo, pero tiene la ventaja de que es un entorno muy bonito y además no es excesivamente largo. El problema que podría presentar este tramo es que se tuviese que hacer con lluvia o con el terreno muy mojado, ya que estaría bastante resbaladizo.

Sendero en el bosque

Sendero en el bosque

Después de esta pequeña primera dificultad y estar caminando un poco entre el bosque salimos a la pista principal que abandonamos al principio. Esta pista se dirige hacia la Ermita del Moral y es una de las partes del recorrido de la especialidad de BTT en los 10.000 del Soplao.

Saliendo a la pista principal

Saliendo a la pista principal

Una vez que salimos a la pista principal lo único que hacemos es cruzarla y seguir por un sendero que va paralelo a la pista pero por su lado izquierdo.

Sendero al otro lado de la pista

Sendero al otro lado de la pista

Ahora lo único que tenemos que hacer es seguir por este cómodo sendero, siguiendo las marcas que nos vamos encontrando y que indican el recorrido a pie de los 10.000 del Soplao de este año.

Sendero que seguimos

Sendero que seguimos

Al poco rato nos encontramos una nueva marca que indica la ruta del Soplao y justo delante podemos ver lo que parece una cabaña en mitad del monte.

Cabaña en el monte

Cabaña en el monte

Antes de llegar a la cabaña nos encontramos un indicador clavado en un árbol indicando que hay una finca privada.

Finca privada de la cabaña de Andrinoso

Finca privada de la cabaña de Andrinoso

Y continuando por este sendero nos dirigimos de nuevo a la pista principal. Al llegar a la pista principal nos encontramos un desvió, un hacia la derecha que finalizan unos kilómetros más adelante y la de la izquierda que es la que nosotros cogemos.

Seguimos por la pista principal sin coger el desvío a la derecha

Seguimos por la pista principal sin coger el desvío a la derecha

Nada más al comenzar a caminar por esta pista, a la que nos acabamos de incorporar, nos encontramos la entrada a la cabaña que vimos anteriormente. Se trata de la cabaña de Andrinoso, la cual en el plano del IGN se encuentra mal situada.

Entrada a cabaña el Andrinoso

Entrada a cabaña el Andrinoso

Caminamos unos metros por esta pista y para librarnos de una curva de esta pista nos metemos campo a través siguiendo otro de los indicadores del Soplao.

Desvío para evita tramo por pista

Desvío para evita tramo por pista

Después de librarnos de este tramo de pista volvemos a salir de nuevo a la pista, pero esta vez salimos justo en frente de otro desvío en la pista principal, el cual vamos a coger.

Salida a pista principal y nuevo desvío

Salida a pista principal y nuevo desvío

En este punto es donde se coge el desvío en la pista principal hacia la ruta de los puentes, la cual hicimos en otra ocasión y que verdaderamente es muy bonita y entretenida. Después pasar por este primer tramo el cual estaba un poco embarrado, la senda se transforma en una cambera que, sin pérdida, recorre toda la cabecera del Arroyo de la Toba, entrando y saliendo del bosque en varias ocasiones. También nos encontramos múltiples puentes, la mayoría muy rústicos y que dan nombre a esta ruta de los puentes de Ucieda.

Uno de los múltiples y rústicos puentes en la ruta de los puentes

Uno de los múltiples y rústicos puentes en la ruta de los puentes

Después de aproximadamente 5 kilómetros y medio y ya casi una hora y cuarto de caminata llegamos a un desvío, el cual alguno de nosotros cogimos y otros no, por ya conocerlo, y que se dirige hacia un árbol singular, el roble tumbado de Bujilices.

Desvío a Roble tumbado de Bujilices

Desvío a Roble tumbado de Bujilices

En este punto ya se empezaba a notar que el tiempo empezaba a cambiar y se nos empezó a meter la niebla, la cual nos acompañó durante una buena parte del recorrido. El roble tumbado de Bujilices es un ejemplar que está catalogado como árbol singular con el número 30 y es conocido con el nombre de “Roble tumbado”.  Se trata de un roble, cagiga (Quercus robur L.), cuyo tronco se encuentra tumbado y tiene unos 10 metros de longitud sobre el suelo y que se encuentra en muy buen estado de conservación. De este grueso tronco tumbado surgen ramas que son verdaderos árboles de 18 a 20 m de altura, formando un conjunto excepcional.

Roble tumbado

Roble tumbado

Después de que algunos del grupo visitaran a este ejemplar volvieron al sendero principal y que ahora nos dirigía hacia el Jou de la Collá, pasando previamente por apasionantes rincones con pasarelas sobre pequeños arroyos.

Otro de los rústicos puentes

Otro de los rústicos puentes

Después de un rato caminando y haber atravesado una zona más despejada llegamos a un cruce del camino donde vimos unos indicadores, por un lado uno nos dirigía hacia “Las Rozas” y el otro a “La vuelta de la Cotera”. Nosotros íbamos a coger este segundo camino el cual hacía la ruta circular un poco más larga y además es la que nos dirigía hacia el cruce para ir al Toral.

Señal indicativa hacia las Rozas o vuelta de la Cotera

Señal indicativa hacia las Rozas o vuelta de la Cotera

Seguimos hacia adelante bordeando la loma e introduciéndonos en la cabecera que vierte aguas al río Lar, en otros tramos llamado río de los Vados o Bayones. Aquí se vuelve a repetir el paisaje, bosques de hayas, robles, acebos, así como entrada y salida de una gran multitud de pequeños arroyos, los cuales atravesamos gracias a unos rústicos puentes o pasarelas de recias maderas, rodeando las correspondientes lomas que les separan.

Sendero hacia el bosque

Sendero hacia el bosque

Una vez atravesada esta última pasarela ya cruzamos al otro lado de la ladera del río Lar o de Bayones desde la que tenemos una vista de todo lo que hemos andado hasta ahora.

Después de pasar alguna pasarela más volvemos a salir a otra loma en la que la senda se divide en dos, siguiendo por la de la derecha, que sube ligeramente para luego volver a llanear y pasar junto a un monumental haya, catalogada con el nº 20 y que se encuentra junto a las brañas de la Llana de Olar. Se trata de un ejemplar de haya de 35 metros de altura y de un perímetro de 3,85 metros de amplísima copa. Destaca su gran tronco, bien ramificado a partir de los ocho metros y perfectamente conformado.

Impresionante haya catalogado como árbol singular nº 20

Impresionante haya catalogado como árbol singular nº 20

Durante todo el recorrido por este bosque nos fuimos encontrando diferentes marcas, unas debido a la próxima edición del Soplao, y en concreto al recorrido a pie y otras fijas durante todo el año que marcan la ruta de los puentes de Ucieda y que nos dirigían hacia la casa del Monte en Ucieda.

Uno de los indicadores junto al sendero

Uno de los indicadores junto al sendero

Continuando por el sendero ya nos parecía que teníamos que estar cerca de la pista principal que se dirige hacia la Casa del Monte. Después de 2 horas y media y de casi 12 km. Ya llegamos al esperado cruce.

Llegando a pista principal

Llegando a pista principal

En este cruce podemos seguir tres recorridos diferentes. El primero de ellos que es desviarnos hacia la izquierda y que se dirige de la forma más rápida posible hacia la Casa del Monte en Ucieda. Este es el camino que cogeríamos si las condiciones del tiempo hubiesen empeorado. El segundo camino es el que continua a derecho y que también se dirige a la Casa del Monte en Ucieda pero por un recorrido más largo, en concreto seguiría la ruta del Hayacorvá. Y el tercer recorrido y que fue el que nosotros cogimos es el que se dirige, por un sendero empedrado, hacia la derecha en dirección a Braña Zarza.

Sendero empedrado hacia Braña Zarza

Sendero empedrado hacia Braña Zarza

En este punto es donde comienza la segunda parte más dura de todo el recorrido. Es una zona de sendero empedrado, brañas pero bastante pindias y que sobre todo después del recorrido que llevamos se nos hace un poco durilla.

Ascendiendo por las brañas

Ascendiendo por las brañas

Poco a poco y haciendo alguna que otra paradilla para descansar ya llegamos a Braña Zarza y a la alambrada que separa los dos valles, el de Cieza del de Cabuerniga. En este punto en la edición anterior del Soplao había un punto de control y en esta ocasión es donde se volverán a encontrar los de la ruta a pie con los del maratón.

En Braña Zarza

En Braña Zarza

Ya en este punto se nos empezó a echar la niebla encima, por esa razón ya nos tuvimos que poner los chubasqueros en la subida por las brañas y ya no nos los quitaríamos hasta el final del recorrido, ya que además de la niebla comenzó a enfriar. Ahora sólo nos quedaba seguir la alambrada en dirección al Toral. Lo primero que vimos fue una bonita estampa de unos caballos entre los árboles.

Caballos en Braña Zarza

Caballos en Braña Zarza

Ahora a seguir la alambrada, teniendo especial cuidado con las zonas encharcadas. La principal dificultad que tuvimos fue que realmente no sabíamos a qué distancia estaba el Alto del Toral, ya que la niebla lo impedía.

Siguiendo la alambrada entre la niebla

Siguiendo la alambrada entre la niebla

Entre a niebla todas las pequeñas ascensiones nos parecían que eran el Alto del Toral, pero cuando llegábamos a ella nos dábamos cuenta que la niebla aumenta mucho el tamaño de las cosas. Y así seguimos caminando hasta que ya llegamos a una subida en la que tuvimos que apretar los dientes y clavar bien los bastones y botas para ascender a la tercera parte dura de todo el recorrido. La principal dificultad fue la humedad del terreno que lo hacía resbaladizo y las piedras sueltas que había. Pero al final después de 3 horas y cincuenta minutos y 16 km de recorrido llegamos a la cima del Toral con sus 899 m. de altura sobre el nivel del mar.

En el alto del Toral

En el alto del Toral

Allí paramos a esperar a los que iban un poco más rezagados y a tomar un pequeño descanso.

Ascendiendo por el Toral

Ascendiendo por el Toral

En este punto la temperatura había descendido bastante e incluso echamos de menos el tener unos guantes. El frío era principalmente debido a la sudada que habíamos cogido en el ascenso y a la niebla que cubría toda la cima y el camino que teníamos que seguir.

Ahora es donde se nos presentaba la principal dificultad de todo el recorrido, la niebla nos impedía encontrar el camino correcto para descender de nuevo hacia la campa de Ucieda. Primero fuimos siguiendo el camino que se dirige hacia el Alto de Castro Cerezo y justo antes de llegar al Cueto del Arenal encontramos lo que era un sendero al otro lado de la alambrada.

Cruzando la alambrada

Cruzando la alambrada

Antes de cruzar la alambrada la seguimos durante un tramo ero viendo que no llevábamos el camino correcto nos volvimos para atrás hasta encontrar el camino que pensábamos que era el correcto. Sabíamos que teníamos que llegar a una braña y lo conseguimos. En ella había un bonito rebaño de vacas Tudancas.

Braña con Tudancas

Braña con Tudancas

Y en esa braña no pudimos pasar sin hacer una foto a una de estas magníficas vacas, parecían que estaban posando para la foto.

Tudanca posando para la foto

Tudanca posando para la foto

En esta braña teníamos que encontrar una “cambera”, camino para carros, que teóricamente siguiéndola, nos dirigiría directamente hacia nuestro final del recorrido. Pero es más fácil decirlo que encontrar el camino correcto. Ya sea debido a la niebla o no sé a qué, pero lo cierto es que no encontramos la cambera y lo que hicimos fue seguir uno de los arroyos, campo a través, el cual al ir descendiendo lógicamente nos dirigiría hacia el río Bayones.

Siguiendo uno de los arroyos

Siguiendo uno de los arroyos

Continuamos descendiendo por lo que parecía que era el camino correcto, en algunos tramos el camino se complicaba, caminando entre hojas y ramas de hayas. La verdad que el recorrido era espectacular, pero un poco complicado. En una de las veces que tuvimos que separarnos un poco del arroyo por ser un paso complicado nos encontramos de repente con lo que podía ser la cambera que teníamos que haber seguido, así que lo cogimos y vimos que parecía que nos llevaba al destino final.

Cambera que encontramos y seguimos

Cambera que encontramos y seguimos

Ahora sólo tuvimos que seguir esta cambera que iba paralela al arroyo en la mayor parte de su recorrido. Ya se nos iba haciendo tarde y nos apretaba bastante el hambre, así que buscamos un sitio bonito en el que parar a comer y descansar. Sabíamos que ya estábamos cerca del final pero así todo decidimos parar a comer junto al arroyo de las Varas.

Lugar donde paramos a comer

Lugar donde paramos a comer

Continuamos caminando y ya empezamos a ver que estábamos cerca del final, vimos montones de leña y huellas de un tractor, así que realmente había muy poca distancia desde nuestra parada a comer y el destino final. Cruzamos el río un par de veces y al final llegamos al punto que estábamos buscando, un puente sobre el río Bayones.

Puente sobre el río Bayones llegando a Ucieda

Puente sobre el río Bayones llegando a Ucieda

Después de casi 6 horas de caminata y 23 km recorridos llegamos a nuestro destino final. En el día de hoy hemos visto la necesidad y utilidad del GPS, ya que aunque no habíamos cargado la ruta en el GPS, no la encontramos en internet, este nos sirvió para saber si llevábamos el camino correcto en el tramo que no teníamos ni camino y que la nieva lo dificultaba mucho.

Para acabar cogimos los coches y nos dirigimos hacia el puente de Santa Lucía donde entramos en el bar que se encuentra allí a tomar un refresco. Es un bar que se encuentra junto a una capilla y que para entrar hay que atravesar un antiguo portalón. Además de tomar un refresco nos apetecieron unos callos, los cuales estaban para chuparse los dedos. Esperamos que con estas dos rutas que habíamos realizado estos dos últimos sábados ya estuviésemos preparados para nuestra gran cita del sábado siguiente, el 21 de Mayo, cuando participaríamos en nuestro segundo Soplao.

Para ver la imagen en Wikiloc pinchar sobre la imagen.

Ruta en Google Earth

Ruta en Google Earth

Curva de tiempo-altura

Curva altura-tiempo

Curva altura-tiempo

 

Ucieda – El Toral – Ucieda
Distancia Total Ruta circular de aproximadamente 23 km.
Duración Total El recorrido lo hicimos en aproximadamente 6 horas y en este caso las únicas paradas fueron para refrescarnos algo y una al final para comer.
Dificultad La dificultad es moderada. Lo más duro son los tres ascensos, el primero nada más salir, el segundo a braña Zarza y por último el Toral
Desnivel El desnivel es de 650 metros, y el desnivel acumulado es de unos 1.400 m.
Tipo de camino El camino es variado, pista, senderos, campo através,…
Agua potable Hay varios arroyos por el camino pero ninguna fuente.
Época recomendada Se puede hacer en cualquier época del año.
Cartografía y Bibliografía Hoja 57-II y IV (Cabezón de la Sal y Valle) y 58-III (Los Corrales de Buelna) a escala 1:25.000 del Instituto Geográfico Nacional.
Track GPS Enlace a track para GPS en Wikiloc

 

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Por fin el sábado 10 de noviembre, después de muchos intentos, pudimos hacer nuestro Bono-ruta mensual. Ya llevábamos unos meses en los que no conseguíamos reunirnos para realizar nuestra tan deseada marcha de senderismo, parecía que todos los Dioses se habían aliado para que nos quedásemos sin salir al monte, ya fuese porque había alguna celebración familiar, alguna comida u otro acontecimiento y cuando no era por alguna de esas causas era por la previsión meteorológica, que no era la más propicia para salir al monte.

Durante toda la semana estuvimos mirando la previsión del tiempo y en cualquier página Web en al que buscábamos nos daban lluvias para ese día y además independientemente de la zona de  Cantabria en la que buscáramos. Así que después de mucho pensarlo decidimos pasar de esas previsiones y decidimos hacer una ruta independientemente del tiempo que hiciese, para eso son los paraguas y como dice el refrán «si quieres peces mójate el culo».

Quedamos tres amigos senderistas y decidimos hacer una ruta por una zona baja para garantizar al máximo el tiempo, aunque al final llovió por toda Cantabria menos en la zona en la que nosotros elegimos. La zona que elegimos fue la del Saja, en concreto por Ucieda donde teníamos varias posibilidades las cuales elegimos del libro de «Las montañas del Valle de Saja» de Ramón García. Una vez que llegamos a nuestro punto de partida decidimos hacer la ruta nº 2 de este libro que es conocida como «La ruta de los puentes» y que está marcada como el pequeño recorrido PRS-111 y en alguna zona como «Monte río de los Vados. Sendero de Rozas. SL-R1».

Para descargar el track para GPS desde Wikiloc pinchar aquí: (hay que registrarse en Wikiloc)

Para ver el vídeo del bono-ruta realizado por uno de los senderistas pinchar aquí:

Tomamos como punto de partida el conocido lugar de la Casa del Monte, en la campa de Ucieda, donde se celebra el tradicional día del cocido montañés el primer domingo de septiembre. Dejamos el coche junto a la zona recreativa y aquí comenzamos a prepararnos y equiparnos para comenzar a andar, sin que se nos olvidase coger el paraguas, el cual al final no tuvimos que usar nada más que durante unos cien metros.

Punto de inicio junto a la Casa del Monte

Comenzamos a caminar por una ancha pista que se encuentra junto a la Casa del Monte y que es el punto de partida de multitud de rutas por esta zona.

Pista donde iniciamos la marcha

Empezamos llaneando por esta pista asfaltada y seguimos durante unos 700 metros hasta que encontramos, en la zona conocida como entrerríos, un puente a mano derecha sobre el río Bayones y que es conocido con el nombre del Puente de Rozas. El nombre de «Rozas» deriva de una práctica común, en siglos pasados, en todas las sociedades montañosas de la Cordillera Cantábrica, y que se refiere a un proceso de roturación (labrado) de áreas boscosas para dedicarlas al cultivo del cereal o al pasto de ganado en épocas de mayor necesidad; generalmente, el rozo, mezclado con estiércol, era utilizado para la elaboración de abono.

Puente de Rozas sobre el río Bayones

Al otro lado del puente continuamos por una cómoda pista en la que ya encontramos un letrero que indica que a partir de este punto está prohibido el paso para vehículos no autorizados. Aquí nos encontramos otro grupo de gente que había aparcado el coche junto a una cabaña para comenzar a caminar. Esta es la pista que se dirige hacia la ermita del Moral. Al poco de comenzar a ascender por esta pista ya pudimos disfrutar del colorido del otoño, teniendo el regato de la Toba a nuestra mano izquierda y el arroyo de Canalejas a nuestra mano derecha.

El bosque con el hermoso colorido otoñal

Continuamos con este ligero pero constante ascenso y a los treinta minutos, después de un par de curvas muy cerradas, pasamos junto a una braña que se encuentra un poco metida entre el bosque y donde se encuentra la cabaña de Andrinoso. Prácticamente, desde la pista, no se podía distinguir la cabaña. Continuamos ascendiendo y después de pasar por esta cabaña salimos a lo alto de la loma y pasamos a otra vertiente algo más clara y despejada de árboles. Después de esta zona despejada llegamos de nuevo a una zona de bosque y en el que encontramos un cruce hacia la derecha junto a una cabaña, pero no abandonamos la pista principal que se dirige hacia la ermita del Moral.

Desvío hacia la derecha que no cogemos junto a cabaña de ladrillo

Después de un par de curvas a derecha e izquierda  habrá que coger el sendero a la izquierda que nos adentrará en el bosque. En esta  entrada al bosque nos encontramos un cartel indicativo de la ruta PRS-111 y que nos dirige hacia la braña del Jou de la Collá y la vuelta de la Cotera, además también encontramos un cartel indicativo de la flora y fauna de esta zona. Este sendero penetra en pleno bosque y a veces se encamina a través de enormes prados atravesando puentes de madera sobre los meandros del riachuelo de la Toba así como los del río Lar.

Desvío de entrada al bosque

Aquí empieza un bonito y divertido sendero lleno de hojas en la época en la que estamos, y con algunos tramos embarrados debido a la lluvia de los días previos.

Entrando en el bosque

Después de esta zona embarrada, la senda se transforma en una cambera que, sin pérdida, recorre toda la cabecera del Arroyo de la Toba, entrando y saliendo del bosque en varias ocasiones.

Una de las primeras salidas a un descampado

Desde este primer descampado se podían ver los coloridos bosques de hayas que nos rodeaban.

Coloridos bosques de hayas

En este tramo nos encontramos varias pasarelas de madera, por cierto bastante resistentes aunque resbaladizas, que cruzan sobre varios arroyos que van a parar al regato de la Toba.

Una de las múltiples pasarelas que nos encontramos durante el camino

Junto a esta primera pasarela nos encontramos, algo que abunda por estas zonas húmedas y sobre todo en esta época, las setas. En este caso nos encontramos un par de setas que tenían la pinta de no ser muy comestibles, ya que tenían un colorido muy atractivo y aunque nuestros conocimientos micológicos son nulos, nos pareció identificarla como la peligrosa y tóxica Amanita muscaria.

Posiblemente seta Amanita muscaria

Después de casi hora y media de camino nos encontramos un indicador que nos animaba a desviarnos unos metros del camino principal para poder uno de los árboles singulares más impresionantes que hemos visto en las muchas rutas de senderismo que hemos realizado en los últimos años.

Señalización de árbol singular

Este ejemplar está catalogado como árbol singular con el número 30 y es conocido con el nombre de «Roble tumbado» de Bujilices.  Se trata de un roble, cagiga (Quercus robur L.), cuyo tronco se encuentra tumbado y tiene unos 10 metros de longitud sobre el suelo y que se encuentra en muy buen estado de conservación. De este grueso tronco tumbado surgen ramas que son verdaderos árboles de 18 a 20 m de altura, formando un conjunto excepcional.

Roble Tumbado de Bujilices

No nos pudimos resistir a realizarnos una foto de grupo cerca de este impresionante ejemplar de roble.

Foto de grupo de senderistas junto al roble tumbado

Después de ver este ejemplar volvimos al sendero principal y que ahora nos dirigía hacia el Jou de la Collá, pasando previamente por apasionantes rincones con pasarelas sobre pequeños arroyos.

Bonito rincón con pasarela sobre arroyo

Después de dos horas de camino y haber atravesado una zona más despejada llegamos a un cruce del camino donde vimos unos indicadores, por un lado uno nos dirigía hacia «Las Rozas» y el otro a «La vuelta de la Cotera». Nosotros íbamos a coger este segundo camino el cual hacía la ruta circular un poco más larga. Si hubiésemos tenido prisa o el tiempo se hubiese puesto mal hubiésemos elegido el camino de las Rozas para regresar a nuestro punto de partida.

Señal indicativa hacia las Rozas o vuelta de la Cotera

Como habíamos leído que en este sendero que nos dirige hacia las Rozas había una bonita cabaña, decidimos ir a verla. Sólo nos tuvimos que adentrar unos 400 metros para llegar a esta construcción camuflada entre la maleza. Para ello nos adentramos en una braña mal cuidada la cual estaba cubierta de helechos.

Brañas cubiertas de helechos hacia la cabaña de Jou de Collá

Al final de esta braña y antes de adentrarnos en el bosque nos encontramos la cabaña de Jou de la Collá, ligeramente escondida entre la maleza.

Cabaña de Jou de la Collá

Después de descansar un poco y disfrutar de las vistas regresamos de nuevo al sendero principal para coger el camino que nos llevaba hacia la vuelta de la Cotera. Seguimos hacia adelante bordeando la loma y se introduce en la cabecera que vierte aguas al río Lar, en otros tramos llamado río de los Vados o Bayones.

Vista desde la loma

Aquí se vuelve a repetir el paisaje, bosques de hayas, robles, acebos, así como entrada y salida de una gran multitud de pequeños arroyos, los cuales atravesamos gracias a unos rústicos puentes o pasarelas de recias maderas, rodeando las correspondientes lomas que les separan.

Alguno de los rústicos puentes sobre los arroyos

Al poco de pasar por este último puente vimos un indicador de la prueba de ultramaratón de los 10.000 del Soplao, la cual se había celebrado hacia el mes de Mayo y en al que unos intrépidos corredores hicieron una gran travesía de unos 112 km.

Indicador de los 10.000 del soplao

Bajando de nuevo hacia otra pasarela sobre uno de los múltiples arroyos.

Hacia otra pasarela sobre un arroyo

Una vez atravesada esta última pasarela ya cruzamos al otro lado de la ladera del río Lar o de Bayones desde la que tenemos una vista de todo lo que hemos andado hasta ahora y con una visión al fondo de lo que puede ser la cima del Alto de Tordías.

Vista del bosque recorrido con el Alto de Tordías al fondo.

Después de tres horas de caminata tuvimos, al borde del sendero, la espectacular visión de un acebo, presumiblemente hembra, ya que estaba cubierto de frutos rojos. La verdad que parecía un árbol propio de la ya próxima Navidad.

Hermoso ejemplar de acebo cubierto de frutos.

Ya de nuevo en el bosque nos encontramos, después de atravesar algunos arroyos, un tronco de un árbol cubierto totalmente por unas setas, que me imagino no serían comestibles, ya que sino ya se las habrían llevado.

Tronco totalmente cubierto de setas.

Después de pasar alguna pasarela más volvemos a salir a otra loma en la que la senda se divide en dos, siguiendo por la de la derecha, que sube ligeramente para luego volver a llanear y pasar junto a un monumental haya, catalogada con el nº 20 y que se encuentra junto a las brañas de la Llana de Olar. Se trata de un ejemplar de haya de 35 metros de altura y de un perímetro de 3,85 metros de amplísima copa. Destaca su gran tronco, bien ramificado a partir de los ocho metros y perfectamente conformado.

Impresionante haya catalogado como árbol singular nº 20

Lógicamente no perdimos la ocasión de fotografiarnos bajo este gran árbol, dándonos una imagen de la grandeza de este ejemplar comparándolo con nosotros.

Grandeza del haya comparándola con nosotros.

Nada más pasar junto a este ejemplar singular de haya nos encontramos un árbol caído sobre el camino que nos llamó la atención.

Haya caído sobre el camino

Al poco rato decidimos hacer una parada para comer en un bonito enclave bajo unos hayas. Después de disfrutar de nuestro merecido descanso y de nuestra comida decidimos continuar hacia nuestro punto de partida continuando por el sendero, atravesando alguna braña en la que había uno de los múltiples indicadores que marcan la ruta.

Una de las últimas brañas que atravesamos.

Después de atravesar este sendero volvimos a salir a una loma desde la que se podía ver cómo los rayos de sol iluminaban un bosque de hayas en el que se podían diferenciar claramente las diferentes tonalidades de las hayas, en la zona del Ayacorvo.

Bosque con hayas de diferentes tonalidades.

Continuando por el sendero ya nos parecía que teníamos que estar cerca de la pista principal que nos llevaría de nuevo hacia la Casa del Monte. Y así fue tras casi 5 horas de caminata, junto con la media hora que paramos para comer, llegamos al cruce principal con la pista que por un lado nos dirige a la casa del Monte y por la otra hacia la ruta del Hayacorvá.

Cruce con pista principal que cogeremos hacia la izquierda.

En este cruce vimos los diferentes indicadores que nos dirigen por dos de los Pequeños Recorridos que hay en esta zona.

Indicador del PRS-111 y PRS-112

Ya sólo nos queda dejarnos caer por esta ancha pista que nos dirige a nuestro punto de partida. Pronto pasamos por un puente de hormigón sobre el arroyo de los Cuévanos y enfilamos el tramo final junto al cauce de este arroyo y más tarde del río Bayones. Posteriormente dejamos a nuestra derecha una pequeña construcción en la que destaca un escudo y que se encuentra junto a un nuevo cruce que va hacia arriba a la derecha.

Último cruce a la derecha.

Ahora ya nos acercamos al punto final y empezamos a ver algunas casas de campo a nuestra derecha. Algunas de ellas llaman la atención por lo poco indicadas que están para este hermoso enclave, sobre todo una con un tejado de chapa de color verde que destaca sobre el entorno. Por fin tras casi cinco horas podemos ver cerca la Casa del Monte, marcándonos el final de nuestro día de senderismo.

Llegando a la casa del Monte.

Una vez que llegamos a nuestro destino final nos aseamos un poco, nos cambiamos el calzado y nos fuimos a tomar un refresco a un restaurante de Ucieda en el que pudimos observar, al calor de la chimenea, cómo empezaba a llover en condiciones. Por lo menos la lluvia nos respetó nuestro día de senderismo.

Para ver la imagen en Wikiloc pinchar sobre la imagen.

Imagen de Google Earth

Curva distancia-altura

Curva distancia-altura

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