El día por la zona de la costa estaba bastante bien, abundando los claros, pero a medida que subíamos hacia el inicio de la ruta, por la zona de Ramales, el tiempo empezó a empeorar, ya que empezaron a caer unas gotitas de lluvia y sobre todo empezó a aparecer la niebla. Para ir al punto de partida teníamos dos opciones, subir por La Gándara o por Arredondo. Nos decidimos a subir por La Gándara y luego a bajar por Arredondo.
En el punto de partida se podía ver una impresionante vista de la subida al mirador del nacimiento del Asón, del que por cierto pudimos observar que prácticamente no llevaba nada de agua, es más, la espectacular cascada que pudimos ver en una ruta anterior, se quedaba en un pequeño chorrito de agua.
El punto de partida estaba situado un poco antes de llegar al mirador del nacimiento del Asón, subiendo por La Gándara. En dicho punto había un aparcamiento para poder dejar los coches y hay justo es donde empezaba la ruta. En concreto en este punto empezaban varias rutas, una de ellas era la nuestra que es la conocida como la ruta por los Collados del Asón, que forma parte del sendero de largo recorrido GR-74, o Corredor Oriental entre Ramales de la Victoria y Reinosa, por lo que el camino aparece señalizado con las franjas blanca y roja. La ruta terminaría en el poblado de Valdicio. También aquí comenzaba la ruta del Glaciar de Bustalveinte – Hondojón (PR-66), y la vuelta de la Colina (PR-S77), ambas rutas de pequeño recorrido y señalizadas con franja blanca y amarilla.
Desde este aparcamiento sale una pista por la que empezamos a andar en ligero ascenso. Si quisiéramos acortar la ruta se podría empezar un poco más adelante, ya que podemos avanzar por esta pista en coche y dejarle más adelante(aunque parece ser que han colocado una señal de que es una pista de un parque nacional y por tanto está prohibido circular por este sendero). Unos metros más adelante se nos incorpora por la derecha un sendero que viene desde el Collado y poco después pasamos junto a la Fuente Bezón.
Al cabo de unos 20 minutos nos encontramos a mano derecha unas cabañas (Horneo) típicas de la zona, las cuales algunas estaban en muy buen estado, e incluso vimos una de ellas que se encontraba habitada.
A mano izquierda nos pudimos encontrar las montañas calizas de los Mazos de Helguera y los Campanarios.
Unos 30 minutos más tarde el camino llega al Alto de la Posadía, desde el que pudimos ver un hoyo cubierto de prados y cabañas que recibe el nombre de Poljé de Brenavinto.
En este alto debemos coger una desviación que va por un sendero que desciende hacia la primera cabaña de Brenavinto, dejándola a la izquierda. Este sendero no está muy claro, pero es fácil encontrarle porque está muy bien señalizado.
Luego el sendero vuelve a ascender, para unos metros después atravesar un hayedo que se encuentra sobre la roca caliza. El sendero va entre ese hayedo a través de un pasadizo. En este punto ya empezamos a observar que el suelo estaba muy húmedo y que se nos empezaban a empapar de agua las botas, debido a la gran cantidad de vegetación que cerraba el sendero. Hubiese estado bien haber llevado unas polainas para protegernos del agua.
Seguimos caminando por el sendero hasta que llegamos a una cabaña solitaria que se encuentra en la parte baja del Concinchao. En este punto tenemos que tomar un desvío que gira hacia la izquierda y que nos dirige hacia un hayedo.
Al salir del Hayedo, el sendero continúa subiendo por las Hazas del Respijadero, con abundantes ejemplos de lapiaz. El sendero nos conduce hasta la Cañada de Moncrespo, un pasillo natural entre murallones de roca caliza. El pasillo sería de aproximadamente cuatro metros de anchura y las paredes tendrían una altura de unos veinte metros.
Tras recorrer esta singular cañada salimos al hayedo del Monte de Moncrespo, donde el camino gira a la izquierda por unas escaleras naturales de piedra. En este punto también pudimos observar algún lapiaz de bastante profundidad.
Rodeamos el monte Moncrespo por la izquierda, para salir a una zona de brena con hierbas, piedras y brezo. A partir de este punto encontramos una gran dificultad para seguir el camino, ya que en algunos tramos se pierde el sendero por desuso, no se podían encontrar las marcas que hasta ese punto eran abundantes y además apareció un niebla todavía más densa que, por prudencia, nos impidió seguir hacia delante en nuestra ruta.
Calculamos que llegamos cerca de Brenacobos, ya que llegamos a unos altos, que se encuentran cerca de estas cabañas, pero la visibilidad era muy reducida y no se veía nada a más de 50 metros. Aquí decidimos regresar hasta el cruce del Alto de la Posadía y como no era muy tarde y teníamos ganas de andar nos decidimos a realizar la ruta del Glaciar de Bustalveinte – Hondojón (PR-66) que continuaba en ese cruce. Esta ruta era circular y nos tenía que llevar al punto de partida. La verdad es que estaba perfectamente señalizada con postes y sus marcas.
El camino iba llaneando por el polje de Brenavinto, primero por un sendero de tierra y posteriormente por un sendero de hierba. Al cabo de aproximadamente media hora de camino nos encontramos una cabaña que se encontraba habitada.
A partir de esta cabaña el camino se dificultó, en primer lugar pasó de ser un sendero fácilmente transitable a un sendero bastante empedrado, que unido a la humedad que había en el terreno, lo hacía algo resbaladizo. A todo esto había que añadir que desde aquí comenzó una pendiente bastante pronunciada, ya que pasamos de los 900 a los 1300 metros de altitud en muy poco espacio. En este tramo de ascenso de la ruta atravesamos el hayedo del Monte LLusías donde el sendero pasó a ser algo mejor.
Esta es la parte de la ruta que nos resultó más fuerte ya que unido a la pendiente que había, llevábamos realizada ya una ruta anterior. La verdad es que nos extraño que en el cartel que anunciaba la ruta pusiera que era de dificultad baja, en este tramo no lo parecía. Continuamos ascendiendo hasta que nos encontramos la Cabaña del Pozo. En este punto había bastante niebla, pero al estar tan bien señalizado era difícil perderse.
El camino continuaba en un ascenso más suave hasta que llegamos a la parte más alta de la ruta donde decidimos parar a comer. Desde este punto las vistas tendrían que ser maravillosas, ya que se vería El Picón del Fraile, Peña Lusa,… pero nosotros no vimos nada ya que había mucha niebla.
A partir de este punto ya comenzó el descenso hacia el punto de partida. El descenso era bastante fuerte e iba castigando bastante las rodillas. Durante el descenso tuvimos que irnos ayudando con las varas de avellano.
En el descenso, aún con la niebla, pudimos hacer una foto panorámica de los montes de los alrededores. Desde este punto y sin la niebla se podría haber visto el Picón del Fraile. Para ver la panorámica pinchar en la imagen.
Así continuamos bajando hasta que llegamos al Hondojón donde lo primero que vimos fue un pozo.
Esta zona en invierno suele estar cubierta de nieve y algunas veces incluso acaba formándose una laguna de hielo. Al ir avanzando podemos ver desde el final del camino todo lo que es el gran hoyo.
El camino continua llaneando. Al llegar a una cabaña pudimos observar (sólo uno de nosotros) como un corzo rápidamente salía del pastizal hacia el bosque para esconderse de nuestra presencia.
Continuamos caminando hasta que llegó un punto que vimos en la parte de abajo el camino por donde habíamos comenzado nuestra ruta. Las vistas desde aquí eran bastante buenas, ya que en esta zona no había prácticamente niebla.
Desde aquí comenzó un rápido y relativamente cómodo descenso hasta que llegamos al punto de partida, donde nos cambiamos de calzado, ya que teníamos los pies totalmente cocidos, ya que toda la ruta la habíamos realizado con los pies mojados por culpa de todo el agua de la vegetación que se nos había metido por encima de la bota. Por tanto esta ruta no conviene hacerla con pantalón corto y si con pantalón largo y polainas para evitar esta mojadura.
Al acabar la ruta fuimos a tomar algo al pueblo de Asón donde decidimos que esta ruta, la primera, la tendríamos que hacer otra vez pero con mejor tiempo, es decir sin niebla y así conseguir ver las vistas de los montes, una gran cañada, así como la gran entrada a una cueva.
Pinchando en la imagen se puede ver la ruta de Collados del Asón y Glaciar de Bustalveinte – Hondojón en Google Maps
Collados del Asón y Glaciar de Bustalveinte – Hondojón | |
Distancia Total | La ruta entera debió ser de unos 21 km. pero la de Bustalveinte-Hondojón es de 13,5 Km. |
Duración Total | La ruta entera la hicimos en aproximadamente 7 horas pero la de Bustalveinte- Hondojón es de aproximadamente 5 horas. |
Dificultad | Media. Hay tramos de bastante pendiente. |
Desnivel | 600 metros |
Tipo de camino | En el recorrido nos encontramos todo tipo de caminos, tramos de pista, tramos de sendero, tramos empedrados y senderos poco marcados. |
Agua potable | Hay bastantes fuentes donde coger agua por el camino. |
Época recomendada | Es recomendable hacerla en tiempo seco y sin niebla, aunque en pleno verano sería bastante dura. |
Cartografía | Hoja 59, a escala 1:50.000 del Instituto Geográfico Nacional |
En abril hemos realizado la ruta del Hondojón en pequeño grupo, todavía había neveros y capas de hielo en los pozos, las vistas eran fenomenales lo que hizo que fuese completa la jornada.
[…] escasos 100 m. del mirador del nacimiento del Asón, donde en otras ocasiones iniciamos la ruta de Collados del Asón y Glaciar de Bustalveinte –Hondojón, el ascenso al Mortillano, así como la Vuelta al Colina. En este punto aparcamos el coche y […]
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