Feeds:
Entradas
Comentarios

Posts Tagged ‘Valles Pasiegos’


El sábado 6 de abril nos juntamos tres senderistas, dos de ellos se están iniciando en el mundo del senderismo, para hacer una ruta cuyo destino se está poniendo de moda últimamente en Cantabria por las instalaciones que han montado. Se trata de subir hasta los Pozos de Noja, donde han instalado un columpio y un banco gigante.

Para ascender a los Pozos de Noja se puede hacer desde varios sitios, el primero de ellos, el que utiliza mucha gente es subir en coche hasta el mismo columpio y desde este punto disfrutar de las magníficas vistas (cuidado con hacer caso al GPS de Google maps para subir en coche, ya que te lleva por un camino que es inviable). Pero si lo que tratamos es de ascender haciendo una ruta podemos subir desde varios sitios, desde Rubalcaba, ruta que ya hicimos hace bastante tiempo, desde Liérganes, desde Mirones y desde Llanos. Nosotros nos decidimos por esta última, así que nos dirigimos hacia Penagos y allí cogimos la carretera que se dirige hacia Llanos, lugar donde acaba la carretera.

Una vez atravesado el pueblo llegamos al final de la carretera CA-616 y atravesamos un puente bastante estrecho. Es el puente de Búmbaro, más conocido como puente medieval y fue construido hacia el siglo XVI sobre el arroyo de la Ozadera. Está hecho de piedra en su totalidad con una longitud aproximada de veintidós metros y tres metros setenta centímetros de anchura. Se trata de un puente simétrico de tres ojos formados por arcos de medio punto. Un gran arco central de unos seis metros de luz que coincide con el punto de mayor caudal del río, flanqueado por otros dos arcos de menor tamaño de unos dos metros y medio. Esta disposición de arcos creciente hacia la mitad genera un perfil a dos vertientes con el característico «lomo de asno». Hay que tener precaución al cruzarlo con el coche ya que al ascender pierdes toda la visibilidad.

Puente de Búmbaro.

Allí, una vez atravesado el puente de Búmbaro, aparcamos el coche junto al cementerio del pueblo. Nos pusimos las botas, aunque se puede hacer fácilmente con playeras de montaña, cogimos las mochilas y comenzamos a caminar.

Aparcamiento junto a cementerio.

Para descargar el track para GPS desde Wikiloc pinchar aqui: (hay que registrarse en Wikiloc).

En el siguiente vídeo podemos ver a vista de pájaro la ruta realizada con algunas fotografías del recorrido.

El camino se inicia por la carretera que va hacia la derecha una vez que hemos atravesado el puente de Búmbaro. Al poco de iniciar la marcha nos encontramos, a mano izquierda, algo muy curioso y extraño en Cantabria, una granja de Alpacas. Se trata de la explotación ganadera Alpacas de la Tierruca, que lleva en funcionamiento desde 2012. Se trata de una granja de Alpacas Huacayas, de la cual se obtiene una fibra que es resistente, suave y ligera, además de hipoalergénica, por lo que es muy bueno para ropa de bebé y para personas con problemas de pieles atópicas.

Granja de Alpacas.

Un poco más adelante y a mano derecha ya nos encontramos un rebaño de unos animales más típicos de la zona, unas ovejas.

Rebaño de ovejas.

Continuamos caminando por esta carretera secundaria sin coger el primero de los desvíos a mano izquierda, sino que continuamos todo recto hacia La Ordina.

Desvío que no cogemos.

Cuando llegamos unos 700 metros caminados encontramos un desvío a nuestra mano derecha que en esta ocasión si cogemos.

Desvío a la derecha, el cual cogemos.

Antes de pasar por debajo de una línea eléctrica de gran tamaño pasamos junto a una de las típicas cabañas que podemos encontrar por los valles Pasiegos.

Típica cabaña en mitad de un prado.

A partir de este momento el trazado cambia totalmente, pasando de ser una carretera secundaria a ser una pista forestal que se utiliza para que los camiones bajen los troncos de la gran cantidad de eucaliptos que hay por estos montes. hay que tener especial precaución de seguir el track, ya que nos encontramos multitud de cruces.

Primero de los cruces que no cogimos.

En todo este recorrido se nota claramente que no hace mucho tiempo han estado bajando camiones con troncos de eucaliptos, ya que la pista está muy marcada de huellas de camión.

Pista forestal.

Cuando ya llevábamos caminados unos dos kilómetros y nos habíamos encontrado varios cruces en la pista forestal, llegamos a un cruce en el que en principio nos confundimos ya que fuimos recto, cuando teníamos que haber cogido el desvío hacia la derecha, algo que hicimos después de recorrer un pequeño tramo erróneamente.

Cruce hacia la derecha.

Una vez que corregimos el error continuamos por la pista forestal hasta que llegamos a un nuevo cruce, que esta vez cogimos hacia la izquierda, aunque lo mejor es hacer caso al track que levábamos.

Cruce a la izquierda.

Por esta pista forestal no había prácticamente árboles, ya que lo debían haber talado hace poco tiempo y se podían ver las nuevas plantaciones de eucaliptos.

Nuevas plantaciones de eucalipto.

Toda esta zona estaba bastante desforestada y por tanto no resultaba muy atractiva y era bastante fácil perder el rumbo correcto por la gran cantidad de desvíos dentro de las pistas forestales. Algunos de estos desvíos llevaban a cabañas que se encontraban cerca de las pistas forestales.

Desvío que no cogimos.

Después de caminar por estas pistas forestales y llevar caminando unos 45 minutos llegamos a un cruce con una carretera en el que cogimos el primer desvío hacia nuestra izquierda. Nos encontrábamos en el collado de tejera de Corra.

Cruce hacia la izquierda por carretera en collado de Tejera de Corra.

Nada más a comenzar a caminar por esta carretera secundaria nos encontramos una casona en muy buen estado, en la que había un cerrado para el ganado.

Casona junto a pista principal.

En este punto el paisaje ya había cambiado por completo, pasando de un terreno deforestado y totalmente descarnado a una zona en la que el color predominante era el verde de los prados.

Vistas desde la pista.

Ahora íbamos caminando en ligero ascenso por un sendero que circulaba por las faldas del pico Pindio y desde el que se tenía una vista del pueblo de Esles y Lloreda rodeado de verdes prados.

Esles y Lloreda desde las faldas de Pico Pindio.

Desde el pueblo de Lloreda también se puede ascender hasta los Pozos de Noja en coche por una carretera de montaña. Al poco de pasar una gran curva, primero a mano izquierda y luego a mano derecha abandonamos la pista principal que se dirige hacia Esles y cogemos un estrecho sendero que sigue las faldas del Pico Pindio.

Desvío hacia sendero a la izquierda.

En este estrecho sendero nos encontramos una pequeña cascada a nuestra mano izquierda. Me desvié un poco para ver dicha cascada y hacerla una foto.

Pequeña cascada junto a sendero.

Regrese de nuevo al sendero y continuamos caminando hasta que llegamos a un cambio de dirección muy marcado hacia la derecha y que coincidía con el lugar donde está la cascada de Esles o el Muro de Esles, una de las cascadas más llamativas del Valle de Cayón y por tanto de los Valles Pasiegos.

Muro de Esles

Atravesamos el río utilizando unas piedras que hay haciendo una especie de pequeño puente, aunque con cuidado, ya que alguna de las piedras resbala bastante. En este punto es donde se puede decir que nace el río Suscuaja, uno de los afluentes del Pisueña. Una vez cruzado el río continuamos ascendiendo por un senderillo bastante pindio y embarrado en algunos tramos. Eché una vista atrás y vimos la bonita zona que acabábamos de atravesar.

Zona por la que acabábamos de pasar en el muro de Esles.

Estábamos caminando por este sendero estrecho en el hayal de Esles hasta que llegamos a un cruce en el que tuvimos que cambiar muy bruscamente la dirección que seguíamos. Cogimos un desvío hacia la izquierda.

Desvío hacia la izquierda.

Una vez que cogimos este desvío, en el que nos encontramos algunos ciclistas que ascendían por el, seguimos en ligero y continuado ascenso, hasta llegar al mirador del Pico Lindaro, donde nos encontramos además del mirador, unas mesas en las que descansar con unas bonitas vistas.

Mirador de Pico Lindaro.

En este mirador había un pequeño mapa fotográfico en el que se indicaban los nombres de las diferentes zonas llamativas desde este punto.

Mapa fotográfico.

Ya que estaba en este punto aproveché para hacer una fotografía real de lo que aparecía en el cartel indicativo y en el que se podía ver, Esles, monte Caballar, Lloreda, Santa María de Cayón, …

Vistas desde Mirador de Pico Lindaro.

Otra cosa que nos llamó la atención es encontrarnos a un padre con su niña pequeña que habían llegado hasta ese punto en coche, siguiendo la ruta que les marcaba Google maps para llegar hasta los Pozos de Noja, algo que es imposible, a no ser que dispongas de un 4×4, y que unas semanas antes me había pasado a mí. Continuamos caminando en ligero ascenso hasta llegar a un cruce con una pista que habíamos visto desde cerca del mirador. En el cruce nos dirigimos hacia la derecha.

Enlazando hacia la derecha con pista principal.

Continuamos caminando por la pista principal hasta que llegamos a un poste indicativo que marcaba Esles y Pozos de Noja. Nos encontrábamos en el Collado de Edillo o Idillo y en vez de seguir la pista que iba hacia arriba y se dirigía hacia la cima, cogimos el camino que iba por las faldas de la cima.

Desvío hacia los Pozos de Noja que no cogimos.

Nosotros continuamos por la pista principal hasta llegar al punto donde vimos una carretera y muchos coches que estaban aparcados junto a unas cabañas. Hasta este punto es donde llegamos en la ocasión que subimos desde Llerana, quedándonos a los pies de las Enguinzas.

Pista hasta la base de Las Enguinzas.

Al llegar a la carretera cogimos el segundo desvío hacia la izquierda, en el cual había una cabaña y en el que ya es imposible perderse por la gran cantidad de gente y coches que se dirigen hacia los cercanos Pozos de Noja.

Desvío hacia los Pozos de Noja.

Ahora tenemos que caminar aproximadamente un kilómetro por esta carretera secundaria en dirección a los Pozos de Noja. En esta carretera nos seguimos encontrando coches aparcados que llegan hasta los Pozos de Noja.

Carretera hacia los Pozos de Noja.

Después de tres horas y media y aproximadamente 14 kilómetros llegamos al primero de los atractivos de los Pozos de Noja, un enorme banco desde el que se tienen unas magníficas vistas del Valle del Miera.

Descansando en el banco gigante.

Las vistas del Valle de Miera desde este punto eran impresionantes.

Vistas de uno de los Pozos de Noja desde el banco.

Una vez que disfrutamos de las vistas desde este banco gigantesco nos dirigimos hacia el principal atractivo que ha tenido siempre este lugar y no es otro que uno de los Pozos de Noja.

Estos Pozos de Noja son dos pequeños embalses construidos a principios del siglo xx para la producción de electricidad entre los municipios cántabros de Miera y Liérganes. Su función era la de la aportación de agua para la producción de energía hidráulica para Liérganes y alrededores. Se aprovecharon hondonadas para construir las presas a principios del siglo xx. La del pozo inferior aun es visible desde la parte norte. El agua bajaba por canales situados en las laderas del picón del Marmojo y de Peña Pelada. Estos canales aún existen. Los pozos se llenaban con el agua del deshielo o de la lluvia.

La empresa que los construyó fue la Electra Pasiega, que fue absorbida en 1945 por la de Viesgo. Las turbinas para la producción de electricidad estaban situadas, la primera, al pie del monte en el que se ubican los embalses, y la segunda, que recibía agua de la primera, junto a la carretera que une Liérganes y San Roque, en un lugar llamado «la fábrica de la luz». Las instalaciones aún se conservan abandonadas, pero bien visibles.

Los pozos y las turbinas, el primer gran proyecto de Electra Pasiega, se pusieron en funcionamiento sobre 1905 y estuvieron produciendo electricidad hasta mediados de, siglo, cuando Electra de Viesgo adquirió la pequeña empresa pasiega. En ese momento, se introdujo en la zona de Liérganes el alumbrado moderno.

Pozo superior de Noja.

Justo al lado del pozo superior se encuentra la segunda gran atracción turística que han instalado este año 2024. Este proyecto fue impulsado por el Ayuntamiento de Miera con el apoyo del Grupo de Acción Local de Valles Pasiegos, el cual promete ser un nuevo hito para la región, atrayendo a visitantes en busca de naturaleza, historia y aventura. Y como no va a ser menos, no dudé en hacerme una foto (esperando una cola de cuatro grupos), en este segundo gran atractivo del territorio Meracho.

Columpio gigante.

Una vez hechas las fotos correspondientes de los tres senderistas nos fuimos hasta un mirador desde el que se puede ver el segundo de los pozos, el inferior, así como el valle de Miera.

Pozo inferior y valle de Miera.

Una vez acabadas las visitas y las fotos iniciamos el descenso hacia Llanos. Para ello nos dirigimos hacia lo que sería el muro de contención del pozo superior y lo bordeamos.

Bordeando el pozo superior.

Una vez que lo bordeamos tuvimos que realizar el último tramo de ascenso en dirección a una cima en la que había un indicador y que sería por donde podíamos haber bajado. En ese ascenso pudimos tener una vista del valle de Miera.

Vistas del Valle de Miera en el ascenso.

Seguimos ascendiendo hasta que llegamos a la cima donde se encontraba ese poste indicador que marcaba las dos direcciones, una bajaría hacia el collado de Edillo o Idillo y la otra, que es la que cogeríamos nosotros, la bajada hacia Esles por las Zetas.

Indicadores en la cima.

Averiguamos porqué se llamaban las Zetas, ya que el recorrido iba haciendo un zig-zag para salvar la elevada pendiente descendiente. El terreno estaba bastante complicado y más cuando quisimos ahorrarnos unas de estas zetas.

Saltándonos una de las zetas en el descenso.

Cuando ya llegamos a la parte más baja de esta dura pendiente encontramos una pista a nuestra izquierda que se dirigía hacia Esles, lógicamente nosotros la obviamos y seguimos derechos.

Poste indicador hacia Esles.

Desde que salimos del columpio, el tiempo se endureció, principalmente por las fuertes rachas de viento, así que estuvimos que andar un buen tramo en busca de una zona resguardada en la que comer. Primero vimos una cabaña muy bien acondicionada, pero que estaba totalmente cerrada y que no íbamos a poder utilizarla como resguardo.

Cabaña perfectamente acondicionada, pero sin buenos accesos.

Así que no nos quedó otro remedio que buscar otra más accesible y protegida del viento. Lo que si pudimos ver es que este último tramo del recorrido forma parte de un pequeño recorrido, en concreto el PR-S 25, que es una de las posibilidades de subir a los Pozos de Noja desde el pueblo de Liérganes.

Indicador de PR-S 25

Unos metros más adelante nos encontramos un gran rebaño de cabras protegido de dos mastines y viendo que al lado del camino había una cabaña abandonada nos dirigimos hacia ella para comer y así ver si se retiraban los mastines de mitad del camino, como así fue.

Comiendo en cabaña al resguardo del viento.

Una vez que acabamos de comer reiniciamos la marcha, la cual era bastante cómoda ya que era todo en descenso. En ese descenso pudimos disfrutar de otra gran vista de los montes de la zona.

Vistas en el descenso hacia Llanos.

El camino se había convertido en una cómoda pista que se dirigía hacia un lugar en el que había una construcción en bastante mal estado y rodeada de mucha porquería que no parecía el lugar más apropiado para estar. Esto se encontraba justo al lado de una gran línea eléctrica de 400kV que procede de Soto, en Asturias y que una vez que llega hasta Penagos se dirige hacia el País Vasco.

Zona bastante abandonada junto a línea de MAT.

Cuando atravesamos esta zona y casi estábamos llegando a la línea de Muy Alta Tensión, cogimos un desvío hacia una pista forestal a la izquierda y bajamos por ella. En esta pista forestal había varios letreros advirtiendo de que se estaban haciendo trabajos de desforestación. Ahora el camino era muy sencillo sólo teníamos que seguir dicha pista, la cual luego se convertiría en una carretera. En ese camino de descenso nos encontramos lo que parecía una gran plantación de arándanos, la cual parecía abandonada.

Posible plantación de arándanos.

Seguimos bajando por la carretera hasta que llegamos justo al lado del cementerio donde teníamos aparcado el coche. Una vez allí nos descalzamos y aprovechamos para poner a refrescar nuestros cansados pies, y no hay mejor lugar que meter los pies en el frío río junto al puente de Búmbaro.

Una vez que nos refrescamos, recogimos y nos fuimos a tomar un refresco al primero de los bares que nos encontramos y en el cual estaban celebrando la fiesta de la feria de abril.

Para ver la ruta en Wikiloc pinchar sobre la imagen.

Curva de altura en función del tiempo de marcha.

Curva altura-tiempo.

Llanos – Cascada de Esles – Pozos de Noja – Llanos
Distancia Total Ruta circular de 21,5 km.
Duración Total El recorrido lo hicimos en cinco horas y media, con pequeñas paradas para hacer fotos y una más larga de una media hora para comer.
Dificultad La ruta es de nivel moderado, aunque hay un prolongado ascenso y descenso.
Desnivel El desnivel es de aproximadamente 700 m. con un desnivel acumulado de unos 900 m.
Tipo de camino Todo el camino fue pistas, senderos y un pequeño tramo por carreteras secundarias.
Agua potable Encontramos arroyos y laguillos a lo largo del recorrido, pero desconozco su potabilidad. Mejor llevar agua.
Época recomendada Recomendable en cualquier época del año.
Cartografía y Bibliografía Hoja 59-I (Sarón) a escala 1:25.000 del Instituto Geográfico Nacional.
Track GPS Enlace a track para GPS en Wikiloc

Read Full Post »


El sábado 8 de enero nos juntamos un grupo de cinco amigos bonoruteros para hacer la primera de las rutas de este año 2022. En esta ocasión éramos tres bonoruteros y dos bonoruteras que se animaron a participar en esta, en principio, sencilla ruta, aunque luego se complicó un poco por la niebla.

Teníamos programadas dos rutas diferentes por la misma zona, una que ya intentamos unos años atrás, pero tuvimos un lesionado y no la realizamos, y que consistía en ascender al Coterón y la segunda, que es la que realizamos era subir desde Selviejo hasta el Mediajo Frío, al cual ya habíamos ascendido en otra ocasión desde el pueblo de Casares

Para ello nos dirigimos al pueblo de Selviejo, uno de los 28 pueblos del municipio de Luena. Una vez en el pueblo buscamos un lugar donde aparcar el coche, lo cual nos costó bastante y lo conseguimos cerca del río y de un pequeño parque con una barbacoa municipal.

Lugar donde aparcamos el coche en Selviejo

Para descargar el track para GPS desde Wikiloc pinchar aquí: (hay que registrarse en Wikiloc)

En el siguiente vídeo podemos ver a vista de pájaro la ruta realizada con algunas fotografías del recorrido.

Estuvimos buscando el inicio de la ruta que habíamos cargado en el track y que ascendía hasta Mediajo Frío, para ello nos dirigimos al final del pueblo, cruzando un puente sobre el río y encontramos un letrero que indicaba el ascenso a esta cima, pero no coincidía con el track nuestro, así que nos dirigimos hacia el inicio del pueblo en busca del inicio correcto. Cuando regresamos estuvimos hablando con un paisano y nos dijo que por ese camino había una pista que ascendía hasta Mediajo Frío.

Fuente de la Vida junto a la carretera.

Seguimos caminando por la carretera por la que habíamos llegado hasta llegar a un cruce a mano izquierda que dirigía hacia la casa rural Zarín y por allí comenzaba nuestra ruta.

Inicio de la ruta hacia casa rural Zarín

Nos dirigimos por este camino que circulaba entre varias casucas y una casa rural. En el borde de esta carretera nos encontramos una de las fuentes que habría en todo el camino.

Fuente junto a camino

A los pocos metros de entrar por este desvío nos encontramos un cruce, el cual cogimos hacia la mano izquierda y que cambia de una carretera asfaltada a una pista hormigonada.

Desvío a la izquierda por pista hormigonada

Por esta pista se iniciaba un relativo duro ascenso que iba haciendo constantes zig-zags para salvar ese ascenso. A los 30 minutos de haber iniciado la ruta ya habíamos alcanzado bastante altura y teníamos unas espectaculares vistas del pueblo de Selviejo y encima del pueblo nuestro destino el Mediajo Frío.

Selviejo y Mediajo Frío en lo más alto

Seguimos ganando altura por esta dura pendiente y dejando junto a la pista algunas cabañas y disfrutando de las espectaculares vistas.

Pista de ascenso con cabañas en los bordes del camino

Después de unos cuantos zig-zags para hacer más suave el ascenso nos encontramos con un pequeño rebaño de caballos que estaban pastando al borde de la pista con unas vistas de los montes pasiegos.

Caballo con montes pasiegos al fondo

Seguimos ascendiendo un poco más hasta que llegamos a un punto desde el que se tienen unas magníficas vistas de las cimas. Por un lado se ven los aerogeneradores del parque eólico que está encima de San Pedro del Romeral.

Parque eólico sobre San Pedro del Romeral

Y un poco más adelante ya se distingue el Castro Valnera, Picón del Fraile y Porracolina.

Castro Valnera, Picón del Fraile y Porracolina

Seguimos ascendiendo, esta zona era un poco más suave hasta que llegamos a un desvío a mano derecha, el cual no cogemos y que comunicaría con el pueblo de Los Pandos. Nosotros seguimos por la pista principal que va hacia la izquierda.

Desvío hacia Los Pandos

Estamos siguiendo el camino del Cerrillo, el cual está por la zona del Tablao y que se dirige hacia una agrupación de varias cabañas. Alguna de ellas con un cerrado para el ganado.

Cabañas del Cerrillo

Una vez llegados a este punto había dos opciones, seguir por lo que parece ser la pista principal, la cual va bordeando todas las cabañas de este cerrado o subir campo a través hasta la cima más próxima hacia nuestra izquierda. la decisión que tomamos fue la segunda, así que nos acercamos al cerrado de piedra y lo seguimos hasta la cima, pasando también junto a unas cabañas y bordeándolas.

Ascendiendo campo a través

En la subida por todo el borde de los cerrados hacia hacia Mediajo la Serna, que era hacia donde nos dirigíamos, pudimos hacer una bonita foto de lo que llevábamos ascendido desde las cabañas del Cerrillo y teniendo como fondo todos los montes que habíamos visto anteriormente, pero en una sola foto.

Ascenso hacia Mediajo la Serna con montes al fondo

Una vez en la cima de Mediajo la Serna también aproveché para hacer una foto de todo el camino de ascenso que habíamos realizado. Se veía perfectamente el camino en zig-zag, así como nuestro punto de partida en Selviejo.

Camino ascendido

Una vez en la cima hicimos una pequeña parada para tomar fuerzas y descansar un poco del duro ascenso. A partir de este momento el camino se hacía más sencillo, ya que lo que íbamos a hacer es ir cresteando hasta Piedra Lucía, pasando previamente por la pequeña elevación de Los Callejones.

Sendero hacia Piedra Lucía

Un poco antes de llegar a Los Callejones ya teníamos una magnífica vista de los montes de Campoo, así como de la Sierra de Peña Sagra, donde se podían distinguir el Iján, el Cordel, el Bóveda, el Cornón, tanto el de Campoo como el de Peña Sagra, así como el cueto Concilla.

Vistas de las cimas de Campoo y de la Sierra de Peña Sagra

Ya nos quedaba poco para llegar a Piedra Lucía y ya habíamos distinguido a nuestra derecha el camino que hicimos cuando ascendimos a Mediajo Frío desde Casares. Desde este punto ya veíamos más cerca nuestro destino final de Mediajo Frío.

En primer plano Los Callejones, en segundo Piedra Lucía y al fondo Mediajo Frío

En esta zona a provechamos para hacernos un selfie del grupo que habíamos realizado la ruta.

Selfie en Los Callejones

Una vez pasado Los Callejones continuamos cresteando hasta la siguiente cima, esta vez Piedra Lucía. El camino estaba muy bien marcado por un estrecho sendero.

Llegando a Piedra Lucía

Una vez que pasamos esta cima ya empalmamos con el camino que ascendía desde Casares a Mediajo Frío en la otra ocasión, luego este tramo ya lo conocíamos.

Llegando al cruce que asciende desde Casares.

En este punto es donde pisamos nieve por primera vez, aunque más que nieve eran placas de hielo, ya que la nieve estaba prácticamente congelada. Una vez que llegamos a esta pista, mucho más clara y ancha que todo lo anterior, tuvimos una primera imagen de la Central Eléctrica del Salto del Aguayo, con la presa del Alsa en primer plano.

Embalse del Alsa con central del salto del Aguayo

Ahora sólo nos quedaba ascender por una pista ligeramente inclinada y que se dirigía hacia la cima de Mediajo Frío (1.328 m), aunque con la dificultad de que toda la pista estaba cubierta de nieve totalmente congelada. después de tres horas de camino llegamos a la cima.

Cima de Mediajo Frío

En la cima de esta montaña destacan varias antenas que dan cobertura telefónica a los pueblos de los alrededores. Las vistas desde este punto en otras ocasiones son espectaculares, ya que se ve el pantano del Ebro, casi al completo. En esta ocasión cambiamos el paisaje por un mar de nubes sobre el pantano, que también tiene su belleza.

Mar de nubes sobre pantano del Ebro

Una vez en la cima aprovechamos para hacernos un selfie en la cima conseguida.

Selfie en Mediajo Frío con montes de los Valles Pasiegos al fondo

Una vez echo el selfie y haber picado algo para recuperar fuerzas iniciamos el descenso hacia Selviejo, pero esta vez por otro camino, no por el que habíamos utilizado en la subida. Para ello nos dirigimos dirección sur por una pista que estaba nevada.

Camino de regreso

Lo que hicimos fue ir cresteando yendo pegados a la alambrada, primero porque ese era el camino a seguir y luego porque nos apareció la gran dificultad del camino, se nos echó encima la niebla y menos mal que llevábamos el track cargado en los dos GPS, ya que no se veía nada. Saltamos alguna piedra junto a la alambrada y nos dejamos guiar por el GPS.

Saltando piedras entre la niebla

Íbamos caminando por la Sierra del Escudo, pero sin ver nada. En este tramo no pude hacer muchas fotografías porque la visibilidad era nula.

Caminando por la Sierra del escudo entre la niebla

En este camino entre la niebla pasamos por varias pequeñas cimas, La Cruz del Marqués y el castro La Arena Y una vez pasada esta última cima iniciamos el descenso. En este camino entre la niebla pasamos por alguna zona bastante encharcada que debía ser una zona de turberas. En el inicio de este descenso ya pudimos salir de esa zona con niebla hacia una zona más despejada.

Descenso, saliendo de la niebla

El descenso lo hacíamos siguiendo el arroyo de la Salcera, hasta que llegamos a una zona con grandes piedras donde volvió a parecer el sol y aprovechamos para comer.

Zona con grandes piedra donde paramos a comer

Una vez que comimos y ya teníamos claro el camino que teníamos que seguir, bueno más que camino, campo a través, iniciamos el descenso por esta zona que estaba cubierta de maleza y de grandes piedras.

Bajando campo a través

Nos fuimos separando un poco del arroyo de la Salcera y pasamos por la zona de La Coz y de La Cerneda, donde pasamos junto una cabaña medio derruida dentro de un cercado de piedra.

Cabaña cerca de nuestro recorrido de descenso

Continuamos el descenso haciendo constantes zig-zags y buscando el camino más cómodo entre la zona cubierta de matorral que nos dejó las piernas bastante arañadas. En ese descenso llegamos a una pequeña braña, libre de maleza, en el que se podía ver parte del descenso entre los brezos.

Llegando a una pequeña braña libre de maleza

Al poco de pasar por esta pequeña braña, vimos algún que otro cerrado con cabañas y encontramos un claro sendero que nos llevaba a la pista principal.

Circulando por sendero hacia pista principal

Una vez que enlazamos con la pista la cogimos hacia la mano derecha, en dirección al pueblo de Carrascal de San Miguel.

Pista hacia Carrascal de San Miguel

Al principio la pista estaba cubierta totalmente de barro y era bastante incómoda, pero a medida que nos acercábamos al pueblo, esta pista se convertía en una pista hormigonada con un descenso bastante píndio. Seguimos por la pista principal sin coger ninguno de los desvíos.

Pista hormigonada con desvíos que no cogimos.

Una vez atravesado el pueblo de Carrascal de San Miguel nos dirigimos hacia Selviejo y para ello tuvimos que salvar un fuerte desnivel final que nos llevaba hacia el cruce donde iniciamos la ruta junto al desvío hacia casa rural Zarín.

Último esfuerzo antes de llegar a Salviejo

Después de más de seis horas y media y 18 kilómetros de caminata, entre la nieve, el hielo, la maleza y sobre todo entre la  niebla acabamos nuestro recorrido. Una vez que nos cambiamos de calzado nos dirigimos hacia el pueblo de Puente Viesgo donde nos deleitamos de una amena conversación delante de un chocolate y unos magníficos sobaos de Ibáñez.

Para ver la ruta en Wikiloc pinchar sobre la imagen.

Ruta en Google Earth

Curva de altura en función del tiempo de marcha.

Curva altura tiempo

 

Selviejo – Mediajo Frío – Carrascal de San Miguel – Selviejo
Distancia Total Ruta circular de 18,10 km.
Duración Total El recorrido lo hicimos en seis horas y cuarenta minutos, y estaríamos parados aproximadamente una hora.
Dificultad La ruta es de nivel moderado, pero se complicó por la niebla.
Desnivel El desnivel es de aproximadamente 838 m. con un desnivel acumulado de unos 1.000 m.
Tipo de camino Todo el camino fue pistas, camberas, senderos y campo a través.
Agua potable Las fuentes las encontramos cerca de los pueblos, pero en el recorrido no vimos ninguna.
Época recomendada Recomendable en cualquier época del año menos en invierno por la nieve y la niebla.
Cartografía y Bibliografía Hoja 83-II (San Miguel de Luena) y 83-IV (La Costana) a escala 1:25.000 del Instituto Geográfico Nacional.
Track GPS Enlace a track para GPS en Wikiloc

Read Full Post »